El Solsticio de Primavera nos indica que el invierno ha llegado a su fin para el hemisferio norte. Desde tiempos de la antigüedad la llegada de esta época era marcada con grandes celebraciones y rituales para todas las civilizaciones. Actualmente sobreviven huellas de estas costumbres en celebraciones religiosas y en los carnavales que se llevan a cabo para esta época.
Para civilizaciones antiguas el solsticio de primavera anunciaba el inició de la temporada de lluvias, elemento esencial para su supervivencia. Con tal fin se observaba concienzudamente la rotación del Sol entre las constelaciones del zodíaco, lo que ayudaba a los antiguos astrónomos a determinar cuan cercano se encontraba el solsticio o equinoccio. Estos entendían que la entrada del Sol en la constelación de Aries era la señal irrefutable de la llegada del Equinoccio de Primavera.
Se le atribuye al astrónomo griego Hipparchus, también conocido como Hiparco de Nicea el haber descubierto la precesión de los equinoccios.
Para simplificar el concepto, el solsticio de primavera es el cambio de estación entre el invierno y la primavera y está marcado por días y noches de igual duración.
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