Un hecho insólito sucedió en Nuevo Laredo. Una madre afligida por no poder ver a un hijo interno en el penal de esta frontera “vio” cumplida su última voluntad: Estar con su hijo, así fuera después de la muerte…
Eran las 15:00 horas del 6 de septiembre cuando el único centro de ejecuciones de Nuevo Laredo vio estacionarse frente a sus puertas el desfile de varias unidades que acompañaban el féretro de doña María Alejandra Torres de la Rosa, quien falleció muy joven, a los 56 años de edad.
Eran las 15:00 horas del 6 de septiembre cuando el único centro de ejecuciones de Nuevo Laredo vio estacionarse frente a sus puertas el desfile de varias unidades que acompañaban el féretro de doña María Alejandra Torres de la Rosa, quien falleció muy joven, a los 56 años de edad.
María murió víctima de un infarto y antes de morir les pidió a sus familiares más cercanos la llevaran aunque fuera muerta a ver a su hijo, ya que viva nadie le permitió verlo, debido al cambio en el reglamento interno del penal.
“La señora no pudo ver a su hijo, trató por todos los medios, pero nunca le permitieron pasar y es que están bien duros, nos piden que no nos pongamos camisetas color rojo, nos quitamos los zapatos, no nos dejan introducir alimentos y la verdad es bien difícil entrar, eso puso triste a Doña María, quien apenas así pudo estar con su hijo ‘Chuy’”, dijo uno de los acompañantes del cortejo fúnebre.
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“La señora no pudo ver a su hijo, trató por todos los medios, pero nunca le permitieron pasar y es que están bien duros, nos piden que no nos pongamos camisetas color rojo, nos quitamos los zapatos, no nos dejan introducir alimentos y la verdad es bien difícil entrar, eso puso triste a Doña María, quien apenas así pudo estar con su hijo ‘Chuy’”, dijo uno de los acompañantes del cortejo fúnebre.
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