José Luís de Jesús Miranda, líder del Ministerio Internacional Creciendo en Gracia, y que se autodenomina Jesucristo hombre ha "profetizado" que el Vaticano será destruido por las llamas en el 2012.
Uno de sus obispos en la República Dominicana, Omar Ortiz, volvió a mencionar el tema afirmando que en el 2012 Miranda, “Jesucristo Hombre”, se convertirá en el gobernador del mundo, y todas las religiones desaparecerán, entre ellas la Católica, organización engañosa, corrupta y criminal.volvió a mencionar el tema afirmando que en el 2012.
Uno de sus obispos en la República Dominicana, Omar Ortiz, volvió a mencionar el tema afirmando que en el 2012 Miranda, “Jesucristo Hombre”, se convertirá en el gobernador del mundo, y todas las religiones desaparecerán, entre ellas la Católica, organización engañosa, corrupta y criminal.volvió a mencionar el tema afirmando que en el 2012.
Este grupo saltó a los medios porque Miranda pidió a sus feligreses tatuarse el número 666 y porque él se considera, nada ni nada menos que "Jesucristo Hombre".
Menos probable aún es que este señor con el ego inflado se convierta en gobernador del mundo. Sin embargo, es muy probable que después del 2012 este movimiento siga creciendo.
La historia de las religiones muestra que muchos movimientos que han hecho profecías fallidas como los milleristas, testigos de Jehová y otros pueden reponerse de sus crazos errores proféticos. Solo basta con decir que la profecía era verdadera pero se refería a otro evento, o que Dios tardó su juicio para darle más oportunidad a la gente para abrazar el credo.
¿Y usted qué opina?
Menos probable aún es que este señor con el ego inflado se convierta en gobernador del mundo. Sin embargo, es muy probable que después del 2012 este movimiento siga creciendo.
La historia de las religiones muestra que muchos movimientos que han hecho profecías fallidas como los milleristas, testigos de Jehová y otros pueden reponerse de sus crazos errores proféticos. Solo basta con decir que la profecía era verdadera pero se refería a otro evento, o que Dios tardó su juicio para darle más oportunidad a la gente para abrazar el credo.
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