Barry y Anne parecían una pareja como cualquier otra. Contrajeron matrimonio en el 2002, pero al poco tiempo la unión se quebró. Parecía que la relación no daba para más.
Anne, de 53 años, abandonó el hogar, convencida de que su esposo tenía una vida paralela.
Lo que en verdad pasaba, era que Barry Watson, un chofer de micros de 43 años, le había ocultado que desde niño estaba inconforme de haber nacido en el cuerpo de un varón, y que durante su niñez prefería ponerse el vestido de su madre a jugar fútbol.
Anne, de 53 años, abandonó el hogar, convencida de que su esposo tenía una vida paralela.
Lo que en verdad pasaba, era que Barry Watson, un chofer de micros de 43 años, le había ocultado que desde niño estaba inconforme de haber nacido en el cuerpo de un varón, y que durante su niñez prefería ponerse el vestido de su madre a jugar fútbol.
Sin embargo, él asegura que nunca sintió dudas sobre su amor por Anne. Ella, por su parte, aceptó la revelación de su marido y aceptó que él se convirtiera en Jayne, el nombre que adoptó tras someterse a una operación de cambio de sexo.
"Extraño a Barry pero hay aspectos de Jayne que estoy contenta de conocer. Ahora hablamos de peinados, vestidos y maquillaje", confiesa Anne. "La gente piensa que esto es muy raro, pero a mí lo que me importa es que Anne me ama por lo que soy", afirma Jayne.
Según el portal argentino Infobae.com, la pareja reafirmó sus votos el año pasado, su relación es tan abierta que incluso fueron a comprar sus vestidos para no repetir de modelo.
"Extraño a Barry pero hay aspectos de Jayne que estoy contenta de conocer. Ahora hablamos de peinados, vestidos y maquillaje", confiesa Anne. "La gente piensa que esto es muy raro, pero a mí lo que me importa es que Anne me ama por lo que soy", afirma Jayne.
Según el portal argentino Infobae.com, la pareja reafirmó sus votos el año pasado, su relación es tan abierta que incluso fueron a comprar sus vestidos para no repetir de modelo.