“¿TÚ QUIÉN ERES, QUE JUZGAS AL CRIADO AJENO?…” (Romanos 14:4)
Siempre es mucho más fácil “mirar el toro desde la barrera” y criticar a los que están haciendo algo que involucrarte y ayudar. La Biblia nos amonesta a que no critiquemos ni condenemos a nadie, ni a que hagamos comparaciones. Cuando juzgas lo que alguien hace de buena fe, entras en un terreno peligroso con Dios:“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie…” Puesto que tú no eres su “Señor”, tendrás que demostrar sabiduría y dominio propio. No te levantes en juicio contra aquellos cuyas opiniones difieren de las tuyas. Así dice Pablo al respecto: “Tú, pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo…” (Romanos 14:10)
Siempre es mucho más fácil “mirar el toro desde la barrera” y criticar a los que están haciendo algo que involucrarte y ayudar. La Biblia nos amonesta a que no critiquemos ni condenemos a nadie, ni a que hagamos comparaciones. Cuando juzgas lo que alguien hace de buena fe, entras en un terreno peligroso con Dios:“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie…” Puesto que tú no eres su “Señor”, tendrás que demostrar sabiduría y dominio propio. No te levantes en juicio contra aquellos cuyas opiniones difieren de las tuyas. Así dice Pablo al respecto: “Tú, pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo…” (Romanos 14:10)
Cuando te adjudicas el papel de juez y te pones a analizar, escudriñar y categorizar a alguno de los hijos de Dios, suceden cuatro cosas:
1) Haces que su Padre se moleste.
2) Revelas tu ego y tu inseguridad.
3) Estás estableciendo el barreno por el que tú mismo serás juzgado.
4) Ahuyentarás a las personas. Si tienes fama de ser crítico, la gente te evitará como a la plaga. Saben que si criticas a otros, también harás lo mismo con ellos. La Biblia dice: “…Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación” (Romanos 14:19 NVI). Siempre se puede mejorar. Si lo dudas, considera a los discípulos que escogió Jesús y a quienes confió luego una gran responsabilidad. Después mírate en el espejo.
1) Haces que su Padre se moleste.
2) Revelas tu ego y tu inseguridad.
3) Estás estableciendo el barreno por el que tú mismo serás juzgado.
4) Ahuyentarás a las personas. Si tienes fama de ser crítico, la gente te evitará como a la plaga. Saben que si criticas a otros, también harás lo mismo con ellos. La Biblia dice: “…Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación” (Romanos 14:19 NVI). Siempre se puede mejorar. Si lo dudas, considera a los discípulos que escogió Jesús y a quienes confió luego una gran responsabilidad. Después mírate en el espejo.