Hoy celebramos, llenos de Fe y Esperanza, el día más grande de nuestra Iglesia Católica. Día en el que Nuestro Señor Jesús Resucita y nos da Vida Eterna a quienes lo sigan, amando a nuestros hermanos como Él nos amó.
De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve.
Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: "No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo.
Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos:
"Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho".
( Mt, 28, 1-7)
En la mañana de Resurrección vivimos la esperanza de un futuro mejor.
De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve.
Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: "No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo.
Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos:
"Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho".
( Mt, 28, 1-7)
En la mañana de Resurrección vivimos la esperanza de un futuro mejor.