A pesar del radicalismo de los primeros protestantes hacia muchos “distintivos” católicos antiguos, tales como la Comunión de los Santos, Penitencia, Purgatorio, Justificación infusa, el papado, el sacerdocio, el matrimonio sacramental, etc...
Puede sorprender a muchos descubrir que Martín Lutero fue bastante conservador en algunos de sus conceptos doctrinales, tales como la regeneración bautismal, la Eucaristía, y particularmente la bendita Virgen María....
Lutero verdaderamente fue bastante devoto a Nuestra Señora, y retuvo muchas de las doctrinas tradicionales marianas que fueron sostenidas antes y ahora por la Iglesia Católica.
Puede sorprender a muchos descubrir que Martín Lutero fue bastante conservador en algunos de sus conceptos doctrinales, tales como la regeneración bautismal, la Eucaristía, y particularmente la bendita Virgen María....
Lutero verdaderamente fue bastante devoto a Nuestra Señora, y retuvo muchas de las doctrinas tradicionales marianas que fueron sostenidas antes y ahora por la Iglesia Católica.
Esto, a menudo, no està bien documentado en las biografías protestantes de Lutero e historias del siglo 16, sin embargo esta es una verdad innegable. Esto parece ser una tendencia humana natural por los seguidores postreros el proyectarse atràs hacia el fundador de un movimiento y sus puntos de vista generales...
Podremos ver, consultando los recursos primarios (por ejemplo: los escritos de Lutero), que los hechos històricos son muy diferentes. Deberíamos considerar, en su turno, la posición de Lutero en los varios aspectos de la doctrina Mariana.
Junto con todos los importantes fundadores Protestantes (Calvino, Zwinglio, Cranmer), Lutero aceptò la tradicional creencia de la virginidad perpetua de Marìa (Jesús no tuvo hermanos de sangre), y su status como la Theotokos (Madre de Dios)...
Cristo....fue el único hijo de María, y la Virgen Marìa no dio a luz a ningún niño después de El.....”hermanos” realmente significa “primos” aquí, en las Sagradas Escrituras y los Judìos siempre llamaban hermanos a los primos. (Semones en Juan, capítulos 1-4, 1537-39)
El, Cristo, nuestro Salvador, fue el fruto real y natural del seno virginal de Marìa....Esto fuè sin la cooperación de ningún hombre, y ella permaneció virgen después de eso.
Dios dice....”El hijo de Marìa es mi ùnico hijo” Por lo tanto Marìa es la Madre de Dios.
Dios no derivò su divinidad en Marìa; ...Ella es la verdadera madre de Dios y portadora de Dios....
Marìa amamantò a Dios, meció a Dios para que se duerma, preparò caldo y sopa para Dios, etc. Porque Dios y hombre son una persona, un Cristo, un Hijo, un Jesús, no dos Cristos...asì como tu hijo no son dos hijos....aùn cuando el tiene dos naturalezas, cuerpo y alma, el cuerpo como tu, el alma solo Dios. (En los Concilios y la Iglesia, 1539)
Probablemente la màs sorprendente creencia mariana de Lutero es su aceptación de la Inmaculada Concepciòn de Marìa, el cual no era aùn definitivamente proclamada como Dogma por la Iglesia Católica hasta 1854.
Las palabras de Lutero..
Esta es una dulce y pia creencia que la infusión en el alma de Marìa fuè efectuada sin pecado original; por lo tanto en la verdadera infusión de su alma ella fue tambièn purificada del pecado original y adornada con los regalos de Dios, recibiendo un alma pura instilada por Dios; por lo tanto desde el primer momento ella empezó a vivir libre de todo pecado (Sermón “En el dìa de la Concepción de la Madre de Dios”, 1527)
Ella està llena de gracia, proclamada por estar enteramente sin pecado –algo extremadamente grandioso. Por gracia de Dios la llenò con toda bondad y la hizo a ella libre del maligno. (Libro de Oración (“pequeño) Personal, 1522)
Referencias posteriores a la Inmaculada Concepciòn, aparecen en su Sermón Hogareño para la Navidad (1533) y Contra el papado de Roma (1545).
En su posterior conducta (el murió en 1546) Lutero no creyó que esta doctrina deberìa ser impuesta a todos los creyentes, desde que el percibiò que la Biblia no enseña esto explìcita y formalmente... Tal concepto es consistente con su noción de sola escritura y es similar en su opinión en la Asunción corporal de la Virgen, el cual el nunca negò – aunque fuè altamente crìtico de lo que èl percibiò fueron excesos en la celebración de esta Fiesta.
En su sermón Del 15 de Agosto de 1522, la ùltima vez que predicò en la Fiesta de la Asunción, el dice:
No hay duda que la Virgen Marìa està en el cielo. Còmo sucedió esto, no lo sabemos. Y desde que el Espíritu Santo no nos ha dicho nada acerca de esto, podemos hacer de esto un artìculo de fe... Es suficiente saber que Ella vive en Cristo...
Lutero sostuvo la idea y la pràctica devocional de veneración a Marìa y expresò esto en innumerables ocasiones con el lenguaje màs efusivo:
La Veneración de Maria està inscrito en las profundidades del corazón humano (Sermón, Setiembre 1, 1522)
Ella es la màs alta mujer y la màs noble gema en la Cristiandad después de Cristo... Ella es nobleza, sabiduría y santidad personificada. Nunca podremos honrarla suficiente. Aùn el honor y la alabanza deben ser dados a ella en tal forma de no ofender ni a Cristo ni a las Sagradas Escrituras. (Sermón Navidad 1531)
Ninguna mujer es como tu. Tù eres màs que Eva o Sarah, bendecida por encima de toda nobleza, sabiduría y santidad. (Sermón, Fiesta de la Visitación, 1537)
Debemos honrar a Marìa como ella se lo deseò a si misma y como lo expresò en el Magnificat. Ella alabò a Dios por sus hazañas. ¿Còmo, entonces, podemos nosotros alabarla a ella? El verdadero honor de Marìa es el honor de Dios, la alabanza de la gracia de Dios... Marìa no es nada por amor de si misma, sino por el amor de Cristo... Marìa no desea que vayamos a ella, sino a travès de ella hacia Dios (Explicación del Magnificat, 1521)
Lutero va, aùn màs allà, y le dà a la Bendita Virgen la posición exaltada de “Madre Espiritual” para los cristianos, tan igual como en la piedad Católica. Esta es la consolación y la superabundante bondad de Dios, que el hombre pueda regocijarse en tal tesoro. Marìa es su verdadera madre, Cristo es su hijo, Dios es su padre. (Sermón, Navidad, 1522)
Marìa es la Madre de Jesús y la Madre de todos nosotros aunque haya sido Cristo el que reposò en sus rodillas... Si El es nuestro, nosotros debemos estar en su situación, allì donde El està, nosotros debemos estar, y todo lo que El tiene, debe ser nuestro, y su Madre es tambièn nuestra Madre. (Sermón Navidad 1529)
Lutero condenò fuertemente cualquier pràctica devocional que implique que Marìa es en cualquier forma igual a Nuestro Señor o que Ella tomò algo de la sola suficiencia de Nuestro Salvador. Esto es, y siempre ha sido, la enseñanza oficial de la Iglesia Católica.
Desafortunadamente, Lutero siempre “lanzò el bebe al agua del baño” cuando vino a criticar el error reinante en su tiempo – igualándolo falsamente con la doctrina de la Iglesia.
Su actitud hacia el uso de la oración del “Ave Marìa” (la primera porciòn del Rosario) es ilustrativa. En ciertas declaraciones polémicas, èl parece condenar su recitación en su totalidad, pero èl solamente està prohibiendo un uso de devoción mariana que se aparte del sentido de la fe, como lo aclaran las dos citas siguientes:
Quienquiera que posea una buena (firme) fe, recita el Ave Marìa sin peligro! Quienquiera que sea débil en la fe no puede recitar el Ave Marìa sin peligrar su salvación (Sermón, Marzo 11, 1523)
Nuestra oración deberìa incluir a la Madre de Dios...lo que el Ave Marìa dice es que toda gloria debe ser dada a Dios, usando estas palabras: “Dios te salve, Marìa, llena eres de gracia. El Señor està contigo; bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús Cristo. Amèn!
Uds. Pueden ver que èstas palabras no conciernen tanto a una oración sino puramente para dar alabanza y honor...
Podemos usar el Ave Marìa como una meditación en el cual recitamos que la gracia de Dios ha sido dada a ella, Segundo, debemos agregar el deseo que todos puedan saber y respetarla.
El que no tiene fe està aconsejado de abstenerse de recitar el Ave Marìa (Libro de Oración Personal, 1522)
Para resumir, es aparente que Lutero fuè extraordinariamente devoto a la bendita Virgen Marìa, lo cual es notable a la luz de su aversión a muchas otras doctrinas “Papistas” o “Romanistas”, que estaba acostumbrado a describirlas.
Sus conceptos de Marìa como Madre de Dios en el Catolicismo, y sus opiniones sobre la Inmaculada Concepción, la “Maternidad Espiritual” de Marìa y el uso del “Ave Marìa” fueron substancialmente iguales.
No negó la Asunción (él, sin duda, nunca titubeò en denunciar las doctrinas a las que se oponía) y veneró a María en un modo conmovedor el cual, en cuanto a lo que implica, no es del todo contraria a la piedad Católica..
Fuente: http://foro.univision.com/
Podremos ver, consultando los recursos primarios (por ejemplo: los escritos de Lutero), que los hechos històricos son muy diferentes. Deberíamos considerar, en su turno, la posición de Lutero en los varios aspectos de la doctrina Mariana.
Junto con todos los importantes fundadores Protestantes (Calvino, Zwinglio, Cranmer), Lutero aceptò la tradicional creencia de la virginidad perpetua de Marìa (Jesús no tuvo hermanos de sangre), y su status como la Theotokos (Madre de Dios)...
Cristo....fue el único hijo de María, y la Virgen Marìa no dio a luz a ningún niño después de El.....”hermanos” realmente significa “primos” aquí, en las Sagradas Escrituras y los Judìos siempre llamaban hermanos a los primos. (Semones en Juan, capítulos 1-4, 1537-39)
El, Cristo, nuestro Salvador, fue el fruto real y natural del seno virginal de Marìa....Esto fuè sin la cooperación de ningún hombre, y ella permaneció virgen después de eso.
Dios dice....”El hijo de Marìa es mi ùnico hijo” Por lo tanto Marìa es la Madre de Dios.
Dios no derivò su divinidad en Marìa; ...Ella es la verdadera madre de Dios y portadora de Dios....
Marìa amamantò a Dios, meció a Dios para que se duerma, preparò caldo y sopa para Dios, etc. Porque Dios y hombre son una persona, un Cristo, un Hijo, un Jesús, no dos Cristos...asì como tu hijo no son dos hijos....aùn cuando el tiene dos naturalezas, cuerpo y alma, el cuerpo como tu, el alma solo Dios. (En los Concilios y la Iglesia, 1539)
Probablemente la màs sorprendente creencia mariana de Lutero es su aceptación de la Inmaculada Concepciòn de Marìa, el cual no era aùn definitivamente proclamada como Dogma por la Iglesia Católica hasta 1854.
Las palabras de Lutero..
Esta es una dulce y pia creencia que la infusión en el alma de Marìa fuè efectuada sin pecado original; por lo tanto en la verdadera infusión de su alma ella fue tambièn purificada del pecado original y adornada con los regalos de Dios, recibiendo un alma pura instilada por Dios; por lo tanto desde el primer momento ella empezó a vivir libre de todo pecado (Sermón “En el dìa de la Concepción de la Madre de Dios”, 1527)
Ella està llena de gracia, proclamada por estar enteramente sin pecado –algo extremadamente grandioso. Por gracia de Dios la llenò con toda bondad y la hizo a ella libre del maligno. (Libro de Oración (“pequeño) Personal, 1522)
Referencias posteriores a la Inmaculada Concepciòn, aparecen en su Sermón Hogareño para la Navidad (1533) y Contra el papado de Roma (1545).
En su posterior conducta (el murió en 1546) Lutero no creyó que esta doctrina deberìa ser impuesta a todos los creyentes, desde que el percibiò que la Biblia no enseña esto explìcita y formalmente... Tal concepto es consistente con su noción de sola escritura y es similar en su opinión en la Asunción corporal de la Virgen, el cual el nunca negò – aunque fuè altamente crìtico de lo que èl percibiò fueron excesos en la celebración de esta Fiesta.
En su sermón Del 15 de Agosto de 1522, la ùltima vez que predicò en la Fiesta de la Asunción, el dice:
No hay duda que la Virgen Marìa està en el cielo. Còmo sucedió esto, no lo sabemos. Y desde que el Espíritu Santo no nos ha dicho nada acerca de esto, podemos hacer de esto un artìculo de fe... Es suficiente saber que Ella vive en Cristo...
Lutero sostuvo la idea y la pràctica devocional de veneración a Marìa y expresò esto en innumerables ocasiones con el lenguaje màs efusivo:
La Veneración de Maria està inscrito en las profundidades del corazón humano (Sermón, Setiembre 1, 1522)
Ella es la màs alta mujer y la màs noble gema en la Cristiandad después de Cristo... Ella es nobleza, sabiduría y santidad personificada. Nunca podremos honrarla suficiente. Aùn el honor y la alabanza deben ser dados a ella en tal forma de no ofender ni a Cristo ni a las Sagradas Escrituras. (Sermón Navidad 1531)
Ninguna mujer es como tu. Tù eres màs que Eva o Sarah, bendecida por encima de toda nobleza, sabiduría y santidad. (Sermón, Fiesta de la Visitación, 1537)
Debemos honrar a Marìa como ella se lo deseò a si misma y como lo expresò en el Magnificat. Ella alabò a Dios por sus hazañas. ¿Còmo, entonces, podemos nosotros alabarla a ella? El verdadero honor de Marìa es el honor de Dios, la alabanza de la gracia de Dios... Marìa no es nada por amor de si misma, sino por el amor de Cristo... Marìa no desea que vayamos a ella, sino a travès de ella hacia Dios (Explicación del Magnificat, 1521)
Lutero va, aùn màs allà, y le dà a la Bendita Virgen la posición exaltada de “Madre Espiritual” para los cristianos, tan igual como en la piedad Católica. Esta es la consolación y la superabundante bondad de Dios, que el hombre pueda regocijarse en tal tesoro. Marìa es su verdadera madre, Cristo es su hijo, Dios es su padre. (Sermón, Navidad, 1522)
Marìa es la Madre de Jesús y la Madre de todos nosotros aunque haya sido Cristo el que reposò en sus rodillas... Si El es nuestro, nosotros debemos estar en su situación, allì donde El està, nosotros debemos estar, y todo lo que El tiene, debe ser nuestro, y su Madre es tambièn nuestra Madre. (Sermón Navidad 1529)
Lutero condenò fuertemente cualquier pràctica devocional que implique que Marìa es en cualquier forma igual a Nuestro Señor o que Ella tomò algo de la sola suficiencia de Nuestro Salvador. Esto es, y siempre ha sido, la enseñanza oficial de la Iglesia Católica.
Desafortunadamente, Lutero siempre “lanzò el bebe al agua del baño” cuando vino a criticar el error reinante en su tiempo – igualándolo falsamente con la doctrina de la Iglesia.
Su actitud hacia el uso de la oración del “Ave Marìa” (la primera porciòn del Rosario) es ilustrativa. En ciertas declaraciones polémicas, èl parece condenar su recitación en su totalidad, pero èl solamente està prohibiendo un uso de devoción mariana que se aparte del sentido de la fe, como lo aclaran las dos citas siguientes:
Quienquiera que posea una buena (firme) fe, recita el Ave Marìa sin peligro! Quienquiera que sea débil en la fe no puede recitar el Ave Marìa sin peligrar su salvación (Sermón, Marzo 11, 1523)
Nuestra oración deberìa incluir a la Madre de Dios...lo que el Ave Marìa dice es que toda gloria debe ser dada a Dios, usando estas palabras: “Dios te salve, Marìa, llena eres de gracia. El Señor està contigo; bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús Cristo. Amèn!
Uds. Pueden ver que èstas palabras no conciernen tanto a una oración sino puramente para dar alabanza y honor...
Podemos usar el Ave Marìa como una meditación en el cual recitamos que la gracia de Dios ha sido dada a ella, Segundo, debemos agregar el deseo que todos puedan saber y respetarla.
El que no tiene fe està aconsejado de abstenerse de recitar el Ave Marìa (Libro de Oración Personal, 1522)
Para resumir, es aparente que Lutero fuè extraordinariamente devoto a la bendita Virgen Marìa, lo cual es notable a la luz de su aversión a muchas otras doctrinas “Papistas” o “Romanistas”, que estaba acostumbrado a describirlas.
Sus conceptos de Marìa como Madre de Dios en el Catolicismo, y sus opiniones sobre la Inmaculada Concepción, la “Maternidad Espiritual” de Marìa y el uso del “Ave Marìa” fueron substancialmente iguales.
No negó la Asunción (él, sin duda, nunca titubeò en denunciar las doctrinas a las que se oponía) y veneró a María en un modo conmovedor el cual, en cuanto a lo que implica, no es del todo contraria a la piedad Católica..
Fuente: http://foro.univision.com/