Hoy en día, el trabajo es la principal causa de estrés, algo que puede estar debido en parte a la situación laboral actual. La crisis financiera global, la sobrecarga de trabajo o el miedo a perder nuestro empleo, son motivos más que suficientes para que no acudamos a nuestro puesto de trabajo todo lo relajado que deberíamos. Además, esta situación tampoco mejora una vez que estamos trabajando, ya que debido a malos planteamientos por parte de las empresas y de los propios trabajadores se termina dando una carga negativa aún mayor a la jornada laboral.
Esta situación termina provocando problemas de salud para muchos trabajadores, tanto es así que se convierte en una de las principales causas de bajas laborales, una situación que no es agradable ni para el trabajador, que sacrifica su salud, ni para la empresa, que pierde rentabilidad y productividad.
Esta situación termina provocando problemas de salud para muchos trabajadores, tanto es así que se convierte en una de las principales causas de bajas laborales, una situación que no es agradable ni para el trabajador, que sacrifica su salud, ni para la empresa, que pierde rentabilidad y productividad.
Afortunadamente, esta situación se puede mejorar en gran medida aplicando una serie de consejos básicos, los cuales harán ganar al trabajador calidad de vida y una mejor predisposición de cara al trabajo.
- No tomes más responsabilidades que las de tu cargo. Muchas veces, el trabajador realiza labores que no le corresponden para causar buena impresión o para asegurarse que una tarea en la que ha tomado parte marcha sin problemas. Este comportamiento se traduce en un sobretrabajo que termina estresándonos más. Debemos conocer cuales son los límites de nuestro trabajo y saber delegar en nuestros compañeros, ya que lo ideal es que hagamos de forma perfecta la tarea para la cual hemos sido contratados.
- Planifica y organiza tu trabajo. Una de las principales causas de estrés se suele dar cuando el trabajador se encuentra colapsado con demasiado trabajo. Esta situación se puede evitar si organizamos temporalmente nuestro trabajo, repartiendo con cuidado las tareas para no encontrarnos con un fatídico día o una mala semana donde se nos agolpe una cantidad de trabajo irrealizable.
- Haz ejercicio. El deporte es una de las mejores opciones para eliminar tensiones y relajarnos descargando adrenalina. Lo ideal es hacer deporte dos o tres veces por semana, para mantener una rutina estable y descargar periódicamente todo ese estrés que vamos acumulando en el trabajo.
- Duerme las horas que necesitas. La falta de descanso aumenta notablemente los niveles de estrés y progresivamente nos vuelve más vulnerables al mismo, convirtiéndose en un círculo vicioso del que solo podemos salir con un hábito constante de descanso reparador. Si tenemos problemas para conciliar el sueño, lo mejor es consultarlo con nuestro médico para solucionarlo lo antes posible.
- Mímate de vez en cuando. Todos nos merecemos una recompensa cada cierto tiempo. No estás de más buscar anuncios de salones de spa o dar un paseo tranquilo mientras disfrutamos de un helado sin prisas. Una buena opción para mimarnos a diario es dedicar los 20 minutos tras llegar a casa a nosotros mismos, para relajarnos en un sillón sin prestar atención al teléfono o el ordenador.
- Haz ejercicios relajantes. Los consejos anteriores están muy bien para paliar el estrés de forma paulatina, pero a veces necesitamos sacarlo de forma más directa. En estos casos lo mejor es realizar movimientos circulares y estiramientos con todas las articulaciones del cuerpo, empezando por el cuello para ir bajando por los hombros, la espalda, los brazos, las manos y las piernas hasta llegar a los pies.