Gina Rinehart, la mujer más rica del mundo, explicó su idea para combatir la crisis económica en Australia.
"Evitando que los pobres procreen, podemos crear una nueva clase de australianos inteligentes, trabajadores y bien pagados que forjarán nuestro futuro económico", sostuvo.
La heredera de un imperio minero aseguró que las desigualdades se deben a diferencias de inteligencia y que su país enfrenta una crisis por la mezcla de la fortaleza del dólar australiano y la caída de los precios de las materias primas.
Rinehart añadió que toda pareja que gane menos de 100 mil dólares australianos al año (10.000 dólares), deben someterse a una vasectomía o ligadura de trompas y aquellos que superen esa cifra anualmente "deben ser motivados para que tengan unos 10 ó 12 hijos".
"Sólo con la eliminación de los residuos y enfocándonos en nuestros trabajadores más brillantes y eficientes podemos superar a nuestros rivales emergentes en el mundo", señaló.
"Estoy dispuesta a pagar un sueldo decente siempre que el destinatario sea el hijo de un doctor y no el hijo de un mesero frustrado. El problema es que las clases bajas parecen estar superando a los inteligentes y no puedo encontrar trabajadores decentes en ninguna parte", agregó.
"Evitando que los pobres procreen, podemos crear una nueva clase de australianos inteligentes, trabajadores y bien pagados que forjarán nuestro futuro económico", sostuvo.
La heredera de un imperio minero aseguró que las desigualdades se deben a diferencias de inteligencia y que su país enfrenta una crisis por la mezcla de la fortaleza del dólar australiano y la caída de los precios de las materias primas.
Rinehart añadió que toda pareja que gane menos de 100 mil dólares australianos al año (10.000 dólares), deben someterse a una vasectomía o ligadura de trompas y aquellos que superen esa cifra anualmente "deben ser motivados para que tengan unos 10 ó 12 hijos".
"Sólo con la eliminación de los residuos y enfocándonos en nuestros trabajadores más brillantes y eficientes podemos superar a nuestros rivales emergentes en el mundo", señaló.
"Estoy dispuesta a pagar un sueldo decente siempre que el destinatario sea el hijo de un doctor y no el hijo de un mesero frustrado. El problema es que las clases bajas parecen estar superando a los inteligentes y no puedo encontrar trabajadores decentes en ninguna parte", agregó.