Medios de Estados Unidos hicieron público un caso que sugiere errores conscientes de médicos que declararon muerta a una mujer que despertó poco antes de que le sacaran sus órganos.
La noticia, publicada por actualidad.rt.com, explica que la mujer, que fue declarada muerta, despertó en el momento que los especialistas le abrirían para extraer sus órganos que serían trasplantados.
“Era exactamente medianoche cuando Colleen Burns, de Nueva York, abrió los ojos y miró con sorpresa a los médicos que creían que había muerto y estaban a punto de extirparle los órganos para donarlos a pacientes en lista de espera de trasplante”, explica la fuente.
El caso pasó hace años pero se salió a la luz hace unos días, luego de que se comprobara la culpabilidad de los especialistas.
La noticia publicada este viernes señala que según el informe oficial, los peritos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos confirmaron que los doctores cometieron una serie de errores muy graves, esencialmente la certificación de la muerte cuando la mujer estaba viva.
“Los expertos mantienen que los enfermeros ignoraron los signos de recuperación que mostraba Burns tras una sobredosis: apretaba los dedos de los pies y movía la nariz, la boca y la lengua”, agrega la información.
El informe concluye que la paciente no sufrió ni una parada cardiorrespiratoria —como se había registrado— ni daño cerebral irreversible. Asimismo señala que la paciente no cumplía los criterios para la extirpación de los órganos.
La información concluye con el dato de que a pesar de la 'resurrección' milagrosa en una cama hospital, Burns, madre de tres hijos, después de salvarse de la extracción de órganos, se suicidó en 2011 a los 41 años. El hospital fue obligado a pagar una multa 22 mil dólares en septiembre pasado, la mayor sanción impuesta a un centro hospitalario de Nueva York desde el 2002.
La noticia, publicada por actualidad.rt.com, explica que la mujer, que fue declarada muerta, despertó en el momento que los especialistas le abrirían para extraer sus órganos que serían trasplantados.
“Era exactamente medianoche cuando Colleen Burns, de Nueva York, abrió los ojos y miró con sorpresa a los médicos que creían que había muerto y estaban a punto de extirparle los órganos para donarlos a pacientes en lista de espera de trasplante”, explica la fuente.
El caso pasó hace años pero se salió a la luz hace unos días, luego de que se comprobara la culpabilidad de los especialistas.
La noticia publicada este viernes señala que según el informe oficial, los peritos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos confirmaron que los doctores cometieron una serie de errores muy graves, esencialmente la certificación de la muerte cuando la mujer estaba viva.
“Los expertos mantienen que los enfermeros ignoraron los signos de recuperación que mostraba Burns tras una sobredosis: apretaba los dedos de los pies y movía la nariz, la boca y la lengua”, agrega la información.
El informe concluye que la paciente no sufrió ni una parada cardiorrespiratoria —como se había registrado— ni daño cerebral irreversible. Asimismo señala que la paciente no cumplía los criterios para la extirpación de los órganos.
La información concluye con el dato de que a pesar de la 'resurrección' milagrosa en una cama hospital, Burns, madre de tres hijos, después de salvarse de la extracción de órganos, se suicidó en 2011 a los 41 años. El hospital fue obligado a pagar una multa 22 mil dólares en septiembre pasado, la mayor sanción impuesta a un centro hospitalario de Nueva York desde el 2002.