Khanzir no tiene nada especial, es un puerco común, pero no lo es ante los ojos de los afganos que visitan el zoológico donde este ejemplar malcriado, que cuenta con todos los lujos inimaginables para uno de su especie, es un animal exótico.
Y es que en un país islámico donde está terminantemente prohibido consumir al sacrílego animal, los rollizos muslos de Khanzir no corren peligro, al menos si el objetivo es que terminen en el plato.
“Khanzir es el nombre árabe para designar al cerdo. En Kabul tan sólo hay un puerco. Ver un cerdo en Afganistán no es tan extraño, pero es exótico y emocionante”, explica Syed Anwar, de la oficina de la BBC en Kabul.
Khanzir vive en el zoológico de la capital y fue un regalo que China le hizo a Afganistán en 2002 para ayudar en la recuperación del zoológico de Kabul y para dar a conocer a la población local un animal prácticamente desconocido en el país.
Desde entonces este cerdo vive a cuerpo de rey, en un espacio amplio, con terreno para correr y lugares para refugiarse, revolcarse y hacer todo lo que es propio de su raza.
Pero la vida de Khanzir no está exenta de drama. Cuando llegó de China vino acompañado de su pareja, pero ésta murió a manos del oso del zoo.
Por otra parte, algunos visitantes, fervorosos creyentes, se indignan con la presencia del animal considerado impuro en el sagrado Corán y exigen su sacrificio.
Si mencionar que sus cuidadores nunca lo tocan, sino que lo conducen con palos para evitar “ensuciarse”. Y por si fuera poco en 2009 la cosa se puso todavía más fea; el pánico cundió entre muchos ante la temida gripe porcina, por lo que los afganos empezaron a mirarlo todavía con más recelo.
Fuente: laprimeraplana.com.mx
Y es que en un país islámico donde está terminantemente prohibido consumir al sacrílego animal, los rollizos muslos de Khanzir no corren peligro, al menos si el objetivo es que terminen en el plato.
“Khanzir es el nombre árabe para designar al cerdo. En Kabul tan sólo hay un puerco. Ver un cerdo en Afganistán no es tan extraño, pero es exótico y emocionante”, explica Syed Anwar, de la oficina de la BBC en Kabul.
Khanzir vive en el zoológico de la capital y fue un regalo que China le hizo a Afganistán en 2002 para ayudar en la recuperación del zoológico de Kabul y para dar a conocer a la población local un animal prácticamente desconocido en el país.
Desde entonces este cerdo vive a cuerpo de rey, en un espacio amplio, con terreno para correr y lugares para refugiarse, revolcarse y hacer todo lo que es propio de su raza.
Pero la vida de Khanzir no está exenta de drama. Cuando llegó de China vino acompañado de su pareja, pero ésta murió a manos del oso del zoo.
Por otra parte, algunos visitantes, fervorosos creyentes, se indignan con la presencia del animal considerado impuro en el sagrado Corán y exigen su sacrificio.
Si mencionar que sus cuidadores nunca lo tocan, sino que lo conducen con palos para evitar “ensuciarse”. Y por si fuera poco en 2009 la cosa se puso todavía más fea; el pánico cundió entre muchos ante la temida gripe porcina, por lo que los afganos empezaron a mirarlo todavía con más recelo.
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