Investigaciones y diversos estudios sugieren que una elevada ingesta de frutas incluído el pomelo contribuyen a reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Los jugos de cítricos en particular pomelo y naranja, son fuentes importantes de flavonoides, folato y de vitamina C, por lo que diversos estudios han considerado su papel protector en la salud cardiovascular.
Este efecto beneficioso se debe a los componentes fitoquímicos que actúan como sustancia antioxidante contra el colesterol malo (LDL-c), reduciendo así que este se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos.
Por otro lado, la vitamina C y los betacoretenos presentes en cantidades elevadas en el jugo de pomelo, actúan también como potentes antioxidantes.
Además el ácido fólico, reduce los niveles de homocisteína, un intermediario en el metabolismo proteíco, que se sabe esta implicado como factor de riesgo en enfermedades cadiovasculares.
Este efecto beneficioso se debe a los componentes fitoquímicos que actúan como sustancia antioxidante contra el colesterol malo (LDL-c), reduciendo así que este se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos.
Por otro lado, la vitamina C y los betacoretenos presentes en cantidades elevadas en el jugo de pomelo, actúan también como potentes antioxidantes.
Además el ácido fólico, reduce los niveles de homocisteína, un intermediario en el metabolismo proteíco, que se sabe esta implicado como factor de riesgo en enfermedades cadiovasculares.