1 Kiwi
Alto contenido de vitamina C (casi el doble que la naranja) y antioxidantes. La fruta peluda ayuda al organismo a defenderse de las agresiones externas. Es un guardián. Resulta útil para las dietas de adelgazamiento.
2 Nuez
Una porción diaria ayuda a mejorar el síndrome metabólico, es decir, reduce la grasa del vientre, equilibra el colesterol y la presión arterial, además de los niveles de glucosa. Ojo: no hay que pasarse porque tiene muchas calorías.
3 Canela
Ayuda a metabolizar la glucosa, algo importante para la diabetes.
4 Pasta
Los hidratos de carbono deben componer el 50% de la dieta en una persona normal. Te pueden decir que favorece la obesidad, pero lo cierto es que se digiere con mucha facilidad. Una sugerencia, elaborarla con tomate y no con beicon y nata, que es demasiado calórica.
5 Manzanas
Gran parte de la manzana es agua, pero ella no se contenta con eso: dulce y saludable, aporta azúcares y fibra. Y nada de pelarlas. Para que sus beneficios lleguen al organismo hay que comerlas con piel, después de lavarlas, eso sí, porque pueden contener residuos de pesticidas.
6 Naranja y mandarina
Son un tentempié y no engordan. El nutriente estrella es la vitamina C. Una naranja mediana o un vaso de zumo cubren prácticamente los 60 miligramos de vitamina diaria en una persona adulta. Y su poder antioxidante repele las células cancerosas.
7 Espárrago verde
Esos brotes verdes casi practican la magia: aportan pocas calorías y mucha fibra, minerales (potasio, calcio, magnesio ) y vitamina E. Encima, están ricos. Porque, ¿quién se resiste a un buen revuelto?
8 Leche
Es el barniz de los huesos, a los que protege con el calcio. La enfermedad ósea más frecuente es la osteoporosis, que hay que prevenir desde la infancia, un momento crucial de la vida. De ahí que los niños tengan que tomar entre tres y cuatro unidades lácteas cada día. Y luego, en las mujeres, durante la menopausia es fundamental.
9 Yogurth
Su valor nutritivo es muy similar al de la leche, pero su sabor y consistencia le dan personalidad propia. Tanto, que protege la flora intestinal, previene diarreas e infecciones. No vale decir que no gusta: hay sabores para dar y tomar.
10 Huevo
La yema es rica en grasa saturada, colesterol, lecitina y luteína. Ventajas: el precio asequible. Inconveniente: las bacterias a las que están expuestos, lo que puede favorecer, si su preparación no es cuidadosa, salmonelosis o diarrea. Así que la consigna es: huevo bien hecho, bien cocido, bien frito.
11 Tomate
Un estudio ha probado que comer tomates reduce el riesgo de cáncer de próstata en un 35%. Los beneficios son incluso mayores cuando se consume en forma de salsa de tomate al menos dos veces por semana.
12 Café
Es una de las bebidas más antiguas de la historia. Sí, la cafeína activa, estimula, aumenta la memoria y eleva el rendimiento en las tareas de razonamiento. Algunos estudios demuestran que los consumidores de café tienen menor riesgo de padecer Parkinson o Alzheimer. De merienda, ya saben qué tomar.
13 Té
La cultura asiática tiene al té en un pedestal. El resto del globo, también. Es una de las bebidas de mayor consumo, por encima del café y el vino. ¿Y eso? Estimula el ritmo cardiaco, previene las enfermedades del sistema nervioso y el Alzheimer. ¿Una taza?
14 Almendras
Pequeña, sabrosa, adictiva. Es recomendable por su grasa insaturada, adecuada para controlar el colesterol. Como ocurre en el resto de frutos secos, su único problema es el elevado poder energético. Hay que quedarse con lo bueno: la fibra.
15 Zanahorias
Ese color naranja, que no pasa inadvertido, también obra un milagro: el betacaroteno, tras ser absorbido en nuestro cuerpo, se transforma en vitamina A o retinol, esencial para la vista, la piel y las mucosas. También contiene hidratos de carbono y fibra.
16 Pollo
A esta carne pocas veces se le hace ascos. Gusta a los niños y a los ancianos. Se puede preparar en infinidad de platos. Incluso, alegra las ensaladas. No obstante, la grandeza del pollo no reside en su sabor, sino en su aporte de proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, B6, B12, hierro, fósforo La salud, en este caso, tiene alas.
17 Alcachofa
Aporta fibra, evita el colesterol y los triglicéridos, es antiinflamatoria, diurética y baja la tensión arterial. Eso sin contar con que es rica en minerales y vitaminas del grupo B.
18 Piña
Su cantidad de agua (más del 75%) la convierte en idónea para el verano. Prácticamente carece de grasas y proteínas. Unas observaciones: la parte con más fibra es la del centro, el zumo de piña carece de fibra y la piña en almíbar tiene muchos azúcares.
19 Pescado azul: Atún
Aporta grasas con mucho valor nutricional (ácidos grasos omega 3) que favorecen la circulación sanguínea, bajan los triglicéridos, mejoran el colesterol y nos hacen vivir muchos años. El atún es muy versátil y se puede guardar en conserva.
20 Ajo
Estudios demuestran que protege de algunos cánceres. Los beneficios del ajo se atribuyen a la alicina, un compuesto que usa la naturaleza para proteger esta hortaliza de insectos, hongos y bacterias. Inteligente.
21 Frutos rojos
El calor hace que vuelvan a aparecer. En primavera, fresas y frambuesas ponen colorido tras los días de invierno. El verano trae cerezas y picotas. Estas frutas las pueden consumir quienes estén a régimen. Son antioxidantes, tienen pocas calorías, fibra y propiedades diuréticas y laxantes. Además, fortalecen las defensas.
22 Vino tinto
Baja el colesterol malo, aumenta el bueno y previene el envejecimiento prematuro porque protege las células, previene tumores, catarros y cardiopatías. Una copa diaria es una medida razonable para un producto que realza el sabor de las comidas y también es un elemento social.
23 Brócoli
Esta señora de pelambrera insólita nutre y no engorda. Óptima para adelgazar. El brócoli es de armas tomar: se le atribuye una capacidad de protección frente a algunos tipos de tumores. Los antioxidantes y fitoquímicos aumentan la actividad de ciertas enzimas cuya función es bloquear o eliminar el empuje de los agentes cancerígenos.
24 Espinaca
Resiste muy bien la congelación y posee fibra, vitaminas, minerales y pequeñas cantidades de calcio y hierro. ¿A que no hay que tenerle miedo?
25 Pescado blanco
El mar los cría y en la mesa se juntan. Sus ácidos grasos omega 3 son su fuerte porque alejan los infartos. Se deben consumir, al menos, dos veces por semana.
Leer lista completa: El País.es
Alto contenido de vitamina C (casi el doble que la naranja) y antioxidantes. La fruta peluda ayuda al organismo a defenderse de las agresiones externas. Es un guardián. Resulta útil para las dietas de adelgazamiento.
2 Nuez
Una porción diaria ayuda a mejorar el síndrome metabólico, es decir, reduce la grasa del vientre, equilibra el colesterol y la presión arterial, además de los niveles de glucosa. Ojo: no hay que pasarse porque tiene muchas calorías.
3 Canela
Ayuda a metabolizar la glucosa, algo importante para la diabetes.
4 Pasta
Los hidratos de carbono deben componer el 50% de la dieta en una persona normal. Te pueden decir que favorece la obesidad, pero lo cierto es que se digiere con mucha facilidad. Una sugerencia, elaborarla con tomate y no con beicon y nata, que es demasiado calórica.
5 Manzanas
Gran parte de la manzana es agua, pero ella no se contenta con eso: dulce y saludable, aporta azúcares y fibra. Y nada de pelarlas. Para que sus beneficios lleguen al organismo hay que comerlas con piel, después de lavarlas, eso sí, porque pueden contener residuos de pesticidas.
6 Naranja y mandarina
Son un tentempié y no engordan. El nutriente estrella es la vitamina C. Una naranja mediana o un vaso de zumo cubren prácticamente los 60 miligramos de vitamina diaria en una persona adulta. Y su poder antioxidante repele las células cancerosas.
7 Espárrago verde
Esos brotes verdes casi practican la magia: aportan pocas calorías y mucha fibra, minerales (potasio, calcio, magnesio ) y vitamina E. Encima, están ricos. Porque, ¿quién se resiste a un buen revuelto?
8 Leche
Es el barniz de los huesos, a los que protege con el calcio. La enfermedad ósea más frecuente es la osteoporosis, que hay que prevenir desde la infancia, un momento crucial de la vida. De ahí que los niños tengan que tomar entre tres y cuatro unidades lácteas cada día. Y luego, en las mujeres, durante la menopausia es fundamental.
9 Yogurth
Su valor nutritivo es muy similar al de la leche, pero su sabor y consistencia le dan personalidad propia. Tanto, que protege la flora intestinal, previene diarreas e infecciones. No vale decir que no gusta: hay sabores para dar y tomar.
10 Huevo
La yema es rica en grasa saturada, colesterol, lecitina y luteína. Ventajas: el precio asequible. Inconveniente: las bacterias a las que están expuestos, lo que puede favorecer, si su preparación no es cuidadosa, salmonelosis o diarrea. Así que la consigna es: huevo bien hecho, bien cocido, bien frito.
11 Tomate
Un estudio ha probado que comer tomates reduce el riesgo de cáncer de próstata en un 35%. Los beneficios son incluso mayores cuando se consume en forma de salsa de tomate al menos dos veces por semana.
12 Café
Es una de las bebidas más antiguas de la historia. Sí, la cafeína activa, estimula, aumenta la memoria y eleva el rendimiento en las tareas de razonamiento. Algunos estudios demuestran que los consumidores de café tienen menor riesgo de padecer Parkinson o Alzheimer. De merienda, ya saben qué tomar.
13 Té
La cultura asiática tiene al té en un pedestal. El resto del globo, también. Es una de las bebidas de mayor consumo, por encima del café y el vino. ¿Y eso? Estimula el ritmo cardiaco, previene las enfermedades del sistema nervioso y el Alzheimer. ¿Una taza?
14 Almendras
Pequeña, sabrosa, adictiva. Es recomendable por su grasa insaturada, adecuada para controlar el colesterol. Como ocurre en el resto de frutos secos, su único problema es el elevado poder energético. Hay que quedarse con lo bueno: la fibra.
15 Zanahorias
Ese color naranja, que no pasa inadvertido, también obra un milagro: el betacaroteno, tras ser absorbido en nuestro cuerpo, se transforma en vitamina A o retinol, esencial para la vista, la piel y las mucosas. También contiene hidratos de carbono y fibra.
16 Pollo
A esta carne pocas veces se le hace ascos. Gusta a los niños y a los ancianos. Se puede preparar en infinidad de platos. Incluso, alegra las ensaladas. No obstante, la grandeza del pollo no reside en su sabor, sino en su aporte de proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, B6, B12, hierro, fósforo La salud, en este caso, tiene alas.
17 Alcachofa
Aporta fibra, evita el colesterol y los triglicéridos, es antiinflamatoria, diurética y baja la tensión arterial. Eso sin contar con que es rica en minerales y vitaminas del grupo B.
18 Piña
Su cantidad de agua (más del 75%) la convierte en idónea para el verano. Prácticamente carece de grasas y proteínas. Unas observaciones: la parte con más fibra es la del centro, el zumo de piña carece de fibra y la piña en almíbar tiene muchos azúcares.
19 Pescado azul: Atún
Aporta grasas con mucho valor nutricional (ácidos grasos omega 3) que favorecen la circulación sanguínea, bajan los triglicéridos, mejoran el colesterol y nos hacen vivir muchos años. El atún es muy versátil y se puede guardar en conserva.
20 Ajo
Estudios demuestran que protege de algunos cánceres. Los beneficios del ajo se atribuyen a la alicina, un compuesto que usa la naturaleza para proteger esta hortaliza de insectos, hongos y bacterias. Inteligente.
21 Frutos rojos
El calor hace que vuelvan a aparecer. En primavera, fresas y frambuesas ponen colorido tras los días de invierno. El verano trae cerezas y picotas. Estas frutas las pueden consumir quienes estén a régimen. Son antioxidantes, tienen pocas calorías, fibra y propiedades diuréticas y laxantes. Además, fortalecen las defensas.
22 Vino tinto
Baja el colesterol malo, aumenta el bueno y previene el envejecimiento prematuro porque protege las células, previene tumores, catarros y cardiopatías. Una copa diaria es una medida razonable para un producto que realza el sabor de las comidas y también es un elemento social.
23 Brócoli
Esta señora de pelambrera insólita nutre y no engorda. Óptima para adelgazar. El brócoli es de armas tomar: se le atribuye una capacidad de protección frente a algunos tipos de tumores. Los antioxidantes y fitoquímicos aumentan la actividad de ciertas enzimas cuya función es bloquear o eliminar el empuje de los agentes cancerígenos.
24 Espinaca
Resiste muy bien la congelación y posee fibra, vitaminas, minerales y pequeñas cantidades de calcio y hierro. ¿A que no hay que tenerle miedo?
25 Pescado blanco
El mar los cría y en la mesa se juntan. Sus ácidos grasos omega 3 son su fuerte porque alejan los infartos. Se deben consumir, al menos, dos veces por semana.
Leer lista completa: El País.es