Blondie Bennett, una californiana de 38 años, está tratando de convertirse en una Barbie de carne y hueso. No solo quiere tener la misma cara y el mismo cuerpo que la muñeca, sino también su cerebro. Para eso quiere reducir su capacidad mental. A Bennett le pareció poco someterse a un sofisticado tratamiento de bronceado con aerosol, rellenarse los labios con Botox y aumentarse los pechos quirúrgicamente. La mujer recurrió, además, a sesiones de hipnoterapia con la esperanza de que reducir su coeficiente intelectual.
Blondie ha declarado que está quedando muy satisfecha con los resultados de su terapia 'antiinteligencia'. "Hace poco tuve que ir a recoger a un amigo al aeropuerto y olvidé si tenía que ir a la salida o a la llegada", explicó.
"Ya he ido a 20 sesiones de hipnoterapia y he empezado a sentirme confundida y como una tonta todo el tiempo", ha confesado la estadounidense.
"Lo único que quiero es ser una Barbie total. Realmente quiero no tener cerebro" dijo Blondie Bennett.
"Lo natural es aburrido (...) Me encantaría ser como de plástico totalmente", dijo Bennett, que para hacer realidad su obsesión ya se ha gastado unos 40.000 dólares en operaciones para transformarse.
Blondie ha declarado que está quedando muy satisfecha con los resultados de su terapia 'antiinteligencia'. "Hace poco tuve que ir a recoger a un amigo al aeropuerto y olvidé si tenía que ir a la salida o a la llegada", explicó.
"Ya he ido a 20 sesiones de hipnoterapia y he empezado a sentirme confundida y como una tonta todo el tiempo", ha confesado la estadounidense.
"Lo único que quiero es ser una Barbie total. Realmente quiero no tener cerebro" dijo Blondie Bennett.
"Lo natural es aburrido (...) Me encantaría ser como de plástico totalmente", dijo Bennett, que para hacer realidad su obsesión ya se ha gastado unos 40.000 dólares en operaciones para transformarse.