Abandonar el tabaco favorece al bienestar mental, al menos tanto como una cura con antidepresivos, según un estudio publicado este viernes en la revista médica British Medical Journal (BMJ).
Según investigadores británicos que pasaron revista a por lo menos 26 estudios sobre el tema, el efecto de dejar de fumar tabaco podría ser “equivalente o superior al de los antidepresivos utilizados en el tratamiento de la ansiedad o de los trastornos del humor”.
Los fumadores incluidos en estos trabajos eran considerados “medianamente dependientes”. Además, la media de edad de éstos era de 44 años, y fumaban entre 10 y 40 cigarrillos diarios. El 48% del total eran hombres.
Éstos habían sido interrogados antes de sus intentos por dejar de fumar y después tras su regreso a este hábito, en un periodo de seis semanas a seis meses.
Aquéllos que lograron dejar de fumar estaban menos deprimidos, menos ansiosos, menos estresados y mostraban una visión más positiva de la vida que quienes no habían logrado este objetivo.
Esta mejora pudo percibirse inclusive entre personas afectadas por trastornos mentales desde el momento en que dejaron de fumar.
En cambio, no se realizó ninguna nueva evaluación sobre el estado mental, en particular entre quienes volvieron a practicar este vicio.
Interrogada por la AFP, la coordinadora del estudio, Genma Taylor, de la universidad de Birmingham, dijo que espera que los resultados permitan disipar algunas falsas ideas que atribuyen al tabaco propiedades anti-estresantes o relajantes.
“Comparando no fumadores con fumadores, se encontró una asociación con una menor salud mental entre los segundos”, añadió la responsable.
El tabaco ha sido implicado por los investigadores en numerosos trastornos y enfermedades, como el cáncer, los problemas cardíacos y la impotencia sexual.
Según cifras brindadas en julio pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mataría a unos seis millones de personas por año, y en 2030 se alcanzaría a los ocho millones de fallecidos como consecuencia del tabaquismo.
Según investigadores británicos que pasaron revista a por lo menos 26 estudios sobre el tema, el efecto de dejar de fumar tabaco podría ser “equivalente o superior al de los antidepresivos utilizados en el tratamiento de la ansiedad o de los trastornos del humor”.
Los fumadores incluidos en estos trabajos eran considerados “medianamente dependientes”. Además, la media de edad de éstos era de 44 años, y fumaban entre 10 y 40 cigarrillos diarios. El 48% del total eran hombres.
Éstos habían sido interrogados antes de sus intentos por dejar de fumar y después tras su regreso a este hábito, en un periodo de seis semanas a seis meses.
Aquéllos que lograron dejar de fumar estaban menos deprimidos, menos ansiosos, menos estresados y mostraban una visión más positiva de la vida que quienes no habían logrado este objetivo.
Esta mejora pudo percibirse inclusive entre personas afectadas por trastornos mentales desde el momento en que dejaron de fumar.
En cambio, no se realizó ninguna nueva evaluación sobre el estado mental, en particular entre quienes volvieron a practicar este vicio.
Interrogada por la AFP, la coordinadora del estudio, Genma Taylor, de la universidad de Birmingham, dijo que espera que los resultados permitan disipar algunas falsas ideas que atribuyen al tabaco propiedades anti-estresantes o relajantes.
“Comparando no fumadores con fumadores, se encontró una asociación con una menor salud mental entre los segundos”, añadió la responsable.
El tabaco ha sido implicado por los investigadores en numerosos trastornos y enfermedades, como el cáncer, los problemas cardíacos y la impotencia sexual.
Según cifras brindadas en julio pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mataría a unos seis millones de personas por año, y en 2030 se alcanzaría a los ocho millones de fallecidos como consecuencia del tabaquismo.