Hay algunas conductas que son comunes entre las parejas, pero que no dejan de ser perjudiciales para ambos. Dar indirectas, mostrar celos excesivos y culpar al otro de las propias emociones son algunas de ellas.
No existe colegio o universidad que nos enseñen cómo ser pareja o cómo comportarse frente a ciertas situaciones. Eso se lo dejan al flujo de la vida y a las experiencias de vida. Pero el problema radica en que los hábitos que parecen convencionales y saludables se terminan de consumar en lo que la cultura manda.
Nos encanta el amor romántico, el amor imposible y mientras más se sufre, mejor. Como una extraña especie de masoquismo colectivo y que la mayoría de libros de autoayuda no ayudan (valga la redundancia) del todo porque terminamos aprendiendo de las caídas.
Afortunadamente en el último tiempo ha habido mucha investigación psicológica en las relaciones sanas y felices de las últimas décadas y hay algunos principios generales que siguen apareciendo y que la mayoría de las personas no son conscientes. De hecho, algunos de estos principios en realidad van en contra de lo que tradicionalmente se considera como “romántico” o “normal” en una relación.
El blog thoughtcatalog.com, presentó seis de las tendencias más comunes en las relaciones que muchas parejas piensan que son sanas y normales, pero que en realidad son tóxicas.
Sumando lo malo, restando lo bueno
Este fenómeno es cuando la persona con quien estás culpa a tu pasado de los errores que cometes en la relación. Si ambos recaen en este sentimiento, donde todo se convierte en ver quién ha dañado más al otro, terminarán sacando cuentas de lo que se deben, y ojo, que nunca se les olvida.
Este tipo de relación la describe como tóxica porque con el tiempo, la persona saca en cara las malas acciones que el otro hizo en el pasado para justificar una injusticia actual, así manipula a la persona echándole la culpa de un error que cometió.
Si esto sigue así, con la pareja finalmente pasan la mayor parte de su energía tratando de demostrar que son menos culpables que el otro en lugar de resolver el problema actual. Si algo le molesta, soluciónelo en el minuto y no se guarde la rabia porque después puede ser peor.
Dar indirectas
En lugar de pedir o decirte algo abiertamente, da señales para que averigües por ti misma lo que de verdad quiere decir.
Las indirectas en una relación no son buenas porque es una señal de que entre ustedes no hay una clara y buena comunicación y muestra que ninguno se siente cómodo hablando abiertamente entre sí y no se sienten seguros de expresar el enojo con el otro.
Lo que se debe hacer en estos casos es tratar de expresar los sentimientos y deseos abiertamente porque si te quiere, te dará su apoyo incondicional sea cual sea la situación.
Relación rehén
Esta relación se basa en que cuando una persona tiene una simple crítica o queja y chantajea a su pareja al amenazar su compromiso. Por ejemplo, si sientes que tu relación está fría, no es recomendable decir “no puedo salir con alguien que es frío todo el tiempo”.
Se considera tóxica porque el chantaje emocional crea toneladas de dramas innecesarios. Es crucial que las personas comuniquen sus sentimientos para no conllevar un ambiente de desconfianza y manipulación.
Culpar a la pareja de las propias emociones
¿Te ha pasado que has tenido un mal día y tu pareja no está siendo un apoyo en ese momento? Arremeter contra ellos por ser tan insensibles y crueles es lo más fácil para descargarse. Culpar a la pareja por las emociones es una sutil forma de egoísmo. Es comprensible que a veces se tiene un mal día o se está molesto porque sí, pero tu vida no puede girar alrededor de su bienestar emocional. Si es así, estás pronto a ser una amargada y manipuladora de sus sentimientos.
Un consejo: Asumir la responsabilidad de sus propias emociones y viceversa.
Muestra de celos
Hacer una escena de celos en cualquier parte y por cualquier razón aparente, ya sea porque tu pareja habla con el vecino, manda mensajes por whatsapp a cualquier persona del sexo opuesto o porque sale mucho con sus compañeros de oficina, definitivamente no es un buen augurio. Estas conductas a menudo acarrean comportamientos insanos que pueden producir una psicosis extrema.
Hay que tener claro que estos comportamientos no son una demostración de afecto y que no es una forma de amar más o menos a una persona. Hay celos que pueden ser comprensibles y naturales, pero sin llegar al extremo.
Comprar para solucionar los problemas de pareja
Cada vez que un conflicto mayor o problema surge en la relación, en lugar de resolverlo, se lo cubre con la emoción que vienen con la compra de algo bueno o ir de viaje a alguna parte para cubrir permanentemente los problemas reales con placeres superficiales.
No hay nada malo en hacer cosas buenas para una pareja después de una pelea para mostrar su solidaridad y para reafirmar el compromiso. Pero nunca se debe utilizar regalos o cosas de lujo para reemplazar tratar con los problemas emocionales profundos. Hablarlo es la mejor fórmula.
No existe colegio o universidad que nos enseñen cómo ser pareja o cómo comportarse frente a ciertas situaciones. Eso se lo dejan al flujo de la vida y a las experiencias de vida. Pero el problema radica en que los hábitos que parecen convencionales y saludables se terminan de consumar en lo que la cultura manda.
Nos encanta el amor romántico, el amor imposible y mientras más se sufre, mejor. Como una extraña especie de masoquismo colectivo y que la mayoría de libros de autoayuda no ayudan (valga la redundancia) del todo porque terminamos aprendiendo de las caídas.
Afortunadamente en el último tiempo ha habido mucha investigación psicológica en las relaciones sanas y felices de las últimas décadas y hay algunos principios generales que siguen apareciendo y que la mayoría de las personas no son conscientes. De hecho, algunos de estos principios en realidad van en contra de lo que tradicionalmente se considera como “romántico” o “normal” en una relación.
El blog thoughtcatalog.com, presentó seis de las tendencias más comunes en las relaciones que muchas parejas piensan que son sanas y normales, pero que en realidad son tóxicas.
Sumando lo malo, restando lo bueno
Este fenómeno es cuando la persona con quien estás culpa a tu pasado de los errores que cometes en la relación. Si ambos recaen en este sentimiento, donde todo se convierte en ver quién ha dañado más al otro, terminarán sacando cuentas de lo que se deben, y ojo, que nunca se les olvida.
Este tipo de relación la describe como tóxica porque con el tiempo, la persona saca en cara las malas acciones que el otro hizo en el pasado para justificar una injusticia actual, así manipula a la persona echándole la culpa de un error que cometió.
Si esto sigue así, con la pareja finalmente pasan la mayor parte de su energía tratando de demostrar que son menos culpables que el otro en lugar de resolver el problema actual. Si algo le molesta, soluciónelo en el minuto y no se guarde la rabia porque después puede ser peor.
Dar indirectas
En lugar de pedir o decirte algo abiertamente, da señales para que averigües por ti misma lo que de verdad quiere decir.
Las indirectas en una relación no son buenas porque es una señal de que entre ustedes no hay una clara y buena comunicación y muestra que ninguno se siente cómodo hablando abiertamente entre sí y no se sienten seguros de expresar el enojo con el otro.
Lo que se debe hacer en estos casos es tratar de expresar los sentimientos y deseos abiertamente porque si te quiere, te dará su apoyo incondicional sea cual sea la situación.
Relación rehén
Esta relación se basa en que cuando una persona tiene una simple crítica o queja y chantajea a su pareja al amenazar su compromiso. Por ejemplo, si sientes que tu relación está fría, no es recomendable decir “no puedo salir con alguien que es frío todo el tiempo”.
Se considera tóxica porque el chantaje emocional crea toneladas de dramas innecesarios. Es crucial que las personas comuniquen sus sentimientos para no conllevar un ambiente de desconfianza y manipulación.
Culpar a la pareja de las propias emociones
¿Te ha pasado que has tenido un mal día y tu pareja no está siendo un apoyo en ese momento? Arremeter contra ellos por ser tan insensibles y crueles es lo más fácil para descargarse. Culpar a la pareja por las emociones es una sutil forma de egoísmo. Es comprensible que a veces se tiene un mal día o se está molesto porque sí, pero tu vida no puede girar alrededor de su bienestar emocional. Si es así, estás pronto a ser una amargada y manipuladora de sus sentimientos.
Un consejo: Asumir la responsabilidad de sus propias emociones y viceversa.
Muestra de celos
Hacer una escena de celos en cualquier parte y por cualquier razón aparente, ya sea porque tu pareja habla con el vecino, manda mensajes por whatsapp a cualquier persona del sexo opuesto o porque sale mucho con sus compañeros de oficina, definitivamente no es un buen augurio. Estas conductas a menudo acarrean comportamientos insanos que pueden producir una psicosis extrema.
Hay que tener claro que estos comportamientos no son una demostración de afecto y que no es una forma de amar más o menos a una persona. Hay celos que pueden ser comprensibles y naturales, pero sin llegar al extremo.
Comprar para solucionar los problemas de pareja
Cada vez que un conflicto mayor o problema surge en la relación, en lugar de resolverlo, se lo cubre con la emoción que vienen con la compra de algo bueno o ir de viaje a alguna parte para cubrir permanentemente los problemas reales con placeres superficiales.
No hay nada malo en hacer cosas buenas para una pareja después de una pelea para mostrar su solidaridad y para reafirmar el compromiso. Pero nunca se debe utilizar regalos o cosas de lujo para reemplazar tratar con los problemas emocionales profundos. Hablarlo es la mejor fórmula.