El 21 de abril de 1989 la empresa japonesa, Nintendo, estaba de manteles largos al sacar al mercado su primera consola de videojuegos portátil llamada Game Boy.
No se trataba del primer dispositivo móvil para juegos, había algo en la simplicidad de su diseño y el hecho de que operaba por horas sólo con baterías AA, que llamaron la atención de los usuarios, primero en Japón y luego en el mundo.
El nuevo aparato también cautivó a los programadores de videojuegos que encontraron fascinantes los cuatro diferentes tonos de grises que la consola era capaz de manejar. Hasta entonces las consolas eran o a color o monocromáticas.
éxito de las consolas portátiles de Nintendo -y de Sony- ha caído dramáticamente. Nintendo reemplazó al Game Boy con Nintendo DS en 2004, de los cuales ha logrado vender más de 150 millones de unidades en 10 años.
La cifra es superior a las ventas del Game Boy en 14 años, pero la gran diferencia es que ahora la gente consume mucho más tecnología. El DS es la consola con más ventas en la historia de Nintendo, pero a diferencia de su predecesor, su éxito en el mundo no es tan grande como el que goza en su país de origen.
El mayor problema de la consola portátil de la empresa japonesa -y de su rival Sony- es que la mayoría de los consumidores está optando por jugar en sus dispositivos móviles, ya sean teléfonos o tabletas.
Ahí la mayoría de los juegos cuestan entre US$0.50 y US$3, una gran diferencia con respecto a los US$30 que hay que desembolsar por un juego de Nitendo 3DS o los US$20 que cuesta un juego de PS Vita.
Y eso que no todos son baratos ya que títulos como Minecraft para Android y iOS a un precio de US$7, han mostrado que hay un mercado en las tiendas de apps para jugadores más exigentes.
El gran problema es que Nintendo no parece dispuesto a abandonar su modelo de negocios en el que vende consolas y juegos exclusivos -como Mario, Zelda o Pokemón- para sus aparatos. Todas las preguntas al respecto son contestadas con la frase de que Nintendo está feliz con su actual modelo de negocios.
Lo más curioso es que nunca hubo una mejor época para esta industria de entretenimiento. La empresa de análisis Gartner estima que a finales de este año este mercado generará ingresos por más de US$101.000 millones en el mundo.
Sin embargo, sólo $15 mmd vendrán de juegos para consolas portátiles. De hecho se espera que, por primera vez, los videojuegos para móviles ganen más dinero que los portátiles generando ingresos por más de 17 mmd.
El otro sector que va en aumento es el de videojuegos para consolas que se espera alcancen ventas por más de US$49.000 millones este año. Desafortunadamente ahí las cosas tampoco pintan bien para Nintendo.
Fuente: BBC Mundo
No se trataba del primer dispositivo móvil para juegos, había algo en la simplicidad de su diseño y el hecho de que operaba por horas sólo con baterías AA, que llamaron la atención de los usuarios, primero en Japón y luego en el mundo.
El nuevo aparato también cautivó a los programadores de videojuegos que encontraron fascinantes los cuatro diferentes tonos de grises que la consola era capaz de manejar. Hasta entonces las consolas eran o a color o monocromáticas.
éxito de las consolas portátiles de Nintendo -y de Sony- ha caído dramáticamente. Nintendo reemplazó al Game Boy con Nintendo DS en 2004, de los cuales ha logrado vender más de 150 millones de unidades en 10 años.
La cifra es superior a las ventas del Game Boy en 14 años, pero la gran diferencia es que ahora la gente consume mucho más tecnología. El DS es la consola con más ventas en la historia de Nintendo, pero a diferencia de su predecesor, su éxito en el mundo no es tan grande como el que goza en su país de origen.
El mayor problema de la consola portátil de la empresa japonesa -y de su rival Sony- es que la mayoría de los consumidores está optando por jugar en sus dispositivos móviles, ya sean teléfonos o tabletas.
Ahí la mayoría de los juegos cuestan entre US$0.50 y US$3, una gran diferencia con respecto a los US$30 que hay que desembolsar por un juego de Nitendo 3DS o los US$20 que cuesta un juego de PS Vita.
Y eso que no todos son baratos ya que títulos como Minecraft para Android y iOS a un precio de US$7, han mostrado que hay un mercado en las tiendas de apps para jugadores más exigentes.
El gran problema es que Nintendo no parece dispuesto a abandonar su modelo de negocios en el que vende consolas y juegos exclusivos -como Mario, Zelda o Pokemón- para sus aparatos. Todas las preguntas al respecto son contestadas con la frase de que Nintendo está feliz con su actual modelo de negocios.
Lo más curioso es que nunca hubo una mejor época para esta industria de entretenimiento. La empresa de análisis Gartner estima que a finales de este año este mercado generará ingresos por más de US$101.000 millones en el mundo.
Sin embargo, sólo $15 mmd vendrán de juegos para consolas portátiles. De hecho se espera que, por primera vez, los videojuegos para móviles ganen más dinero que los portátiles generando ingresos por más de 17 mmd.
El otro sector que va en aumento es el de videojuegos para consolas que se espera alcancen ventas por más de US$49.000 millones este año. Desafortunadamente ahí las cosas tampoco pintan bien para Nintendo.
Fuente: BBC Mundo