Las pesadillas en las que uno aparece desnudo en el trabajo, se encuentra con un psicópata con un hacha o experimenta otras tribulaciones pueden ser una cosa del pasado gracias a un nuevo descubrimiento.
Al aplicar corriente eléctrica al cerebro se puede inducir un “sueño lúcido” en el que la persona es consciente de lo que está soñando y puede a menudo tomar control de lo que ocurre, según un estudio publicado en la edición online de la revista Nature Neuroscience.
Los hallazgos son los primeros que muestran que inducir ondas cerebrales a una frecuencia específica da lugar a un sueño lúcido.
Para el estudio, científicos encabezados por la psicóloga Ursula Voss, de la Universidad J.W. Göthe de Fráncfort, crearon estudios de laboratorio en los que voluntarios en la fase REM (movimiento rápido del ojo) experimentaron un sueño lúcido, como contaron cuando se despertaron.
Electroencefalogramas mostraron que esos sueños estuvieron acompañados por una actividad eléctrica indicativa llamada ondas gamma.
Esas ondas cerebrales están relacionadas con funciones ejecutivas como el razonamiento de orden superior, además de la conciencia del estado mental propio. Pero casi no se ven en el sueño REM.
Voss y sus colegas se preguntaron, si las ondas gamma se producen de forma natural durante el sueño lúcido, qué ocurriría si al soñar inducían una corriente con la misma frecuencia que las ondas gamma en el cerebro.
Cuando lo hicieron, a través de electrodos en el cuero cabelludo en una técnica llamada estimulación transcraneal de corriente alterna (tACS por su sigla en inglés), los 27 voluntarios informaron que eran conscientes de que estaban soñando.
Voss no prevé un mercado comercial para los dispositivos de sueños lúcidos. Los que se venden en la actualidad “no funcionan bien”, dijo en una entrevista, y los que mandan estimulación eléctrica al cerebro, como el del estudio, “deberían ser siempre supervisados por un médico”.
Pero si los resultados se mantienen, la técnica podría ayudar a las personas que sufren estrés postraumático, que a menudo tienen sueños terribles en los que vuelven a revivir la experiencia traumática.
Fuente: El Universal
Al aplicar corriente eléctrica al cerebro se puede inducir un “sueño lúcido” en el que la persona es consciente de lo que está soñando y puede a menudo tomar control de lo que ocurre, según un estudio publicado en la edición online de la revista Nature Neuroscience.
Los hallazgos son los primeros que muestran que inducir ondas cerebrales a una frecuencia específica da lugar a un sueño lúcido.
Para el estudio, científicos encabezados por la psicóloga Ursula Voss, de la Universidad J.W. Göthe de Fráncfort, crearon estudios de laboratorio en los que voluntarios en la fase REM (movimiento rápido del ojo) experimentaron un sueño lúcido, como contaron cuando se despertaron.
Electroencefalogramas mostraron que esos sueños estuvieron acompañados por una actividad eléctrica indicativa llamada ondas gamma.
Esas ondas cerebrales están relacionadas con funciones ejecutivas como el razonamiento de orden superior, además de la conciencia del estado mental propio. Pero casi no se ven en el sueño REM.
Voss y sus colegas se preguntaron, si las ondas gamma se producen de forma natural durante el sueño lúcido, qué ocurriría si al soñar inducían una corriente con la misma frecuencia que las ondas gamma en el cerebro.
Cuando lo hicieron, a través de electrodos en el cuero cabelludo en una técnica llamada estimulación transcraneal de corriente alterna (tACS por su sigla en inglés), los 27 voluntarios informaron que eran conscientes de que estaban soñando.
Voss no prevé un mercado comercial para los dispositivos de sueños lúcidos. Los que se venden en la actualidad “no funcionan bien”, dijo en una entrevista, y los que mandan estimulación eléctrica al cerebro, como el del estudio, “deberían ser siempre supervisados por un médico”.
Pero si los resultados se mantienen, la técnica podría ayudar a las personas que sufren estrés postraumático, que a menudo tienen sueños terribles en los que vuelven a revivir la experiencia traumática.
Fuente: El Universal