El pensar que los demás se mueven normalmente por puro egoísmo, desconfiar por tanto de todo y de todos y ver también la vida desde el punto de vista del “vaso medio vacío” provoca que los desconfiados cínicos sean más proclives a sufrir demencia en la edad adulta.
Esta ha sido la impactante conclusión del estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental en Kuopio (Finlandia) quienes han publicado su trabajo en la revista Neurology.
Se trata de la primera vez que se investiga una relación directa entre el cinismo y la demencia. Para ello, los expertos analizaron los datos de 1.449 personas, con una edad promedio de 71 años, a los que realizaron pruebas para el diagnóstico de demencia, así como un cuestionario que medía su nivel de cinismo (con preguntas como: ¿es más seguro no confiar en nadie?). Según los resultados obtenidos, los participantes fueron divididos en tres grupos según su nivel de desconfianza cínica.
El seguimiento de los participantes se realizó durante unos 10 años. Tras este período, 622 personas habían completado las pruebas y a 46 se les había diagnosticado demencia. Tras examinar el volumen total de datos, los investigadores descubrieron que las personas con los niveles más altos de desconfianza eran tres veces más propensas a desarrollar demencia, que las personas con niveles bajos. De la misma forma, las personas con elevado nivel de desconfianza también eran más propensas a morir antes que las de los grupos con niveles bajos.
“El entender cómo un rasgo de personalidad tal como el cinismo afecta el riesgo de demencia podría darnos un conocimiento importante para reducir esos riesgos”, explica Anna Maija Tolpanen, líder del estudio.
Esta ha sido la impactante conclusión del estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental en Kuopio (Finlandia) quienes han publicado su trabajo en la revista Neurology.
Se trata de la primera vez que se investiga una relación directa entre el cinismo y la demencia. Para ello, los expertos analizaron los datos de 1.449 personas, con una edad promedio de 71 años, a los que realizaron pruebas para el diagnóstico de demencia, así como un cuestionario que medía su nivel de cinismo (con preguntas como: ¿es más seguro no confiar en nadie?). Según los resultados obtenidos, los participantes fueron divididos en tres grupos según su nivel de desconfianza cínica.
El seguimiento de los participantes se realizó durante unos 10 años. Tras este período, 622 personas habían completado las pruebas y a 46 se les había diagnosticado demencia. Tras examinar el volumen total de datos, los investigadores descubrieron que las personas con los niveles más altos de desconfianza eran tres veces más propensas a desarrollar demencia, que las personas con niveles bajos. De la misma forma, las personas con elevado nivel de desconfianza también eran más propensas a morir antes que las de los grupos con niveles bajos.
“El entender cómo un rasgo de personalidad tal como el cinismo afecta el riesgo de demencia podría darnos un conocimiento importante para reducir esos riesgos”, explica Anna Maija Tolpanen, líder del estudio.