Todas las células utilizan el azúcar, también conocido como glucosa: es su fuente primaria de combustible, por lo que el azúcar en efecto alimenta todas las células. Pero si alguna vez has tenido una exploración PET, sabe que antes de llegar a la exploración, al llegar debes beber glucosa radiactiva o recibir una inyección de una mezcla similar. Las células cancerosas son muy codiciosas, les gusta engullir glucosa mucho más rápidamente que las células no cancerosas, por lo que las células cancerosas se iluminan en la pantalla durante la exploración.
Ahora un nuevo estudio indica que el azucar procesada también contribuye en parte al impulso del crecimiento y la propagación de los tumores de cáncer, tanto es así que el futuro de la detección del cáncer podría depender de la exploración del cuerpo por acumulación de azúcar.
El estudio se llevó a cabo por científicos de la University College London (UCL) después de experimentar con un nuevo método de detección de cáncer que implica la utilización de una forma única de imágenes de resonancia magnética (MRI). Después de la sensibilización de un escáner de resonancia magnética para buscar específicamente la glucosa en el cuerpo, se reveló que los tumores de cáncer, que se alimentan de azúcar, se iluminarán brillantemente ya que contienen altas cantidades de azúcar.
Han desarrollado una esta nueva técnica, denominada “intercambio químico transferencia de saturación de glucosa” o glucoTEST, se basa en el hecho de que los tumores consumen mucho más glucosa que los tejidos normales, sanos con el fin de sostener su crecimiento, señala un reciente boletín de la UCL, señalando que los tumores aparecen como “imágenes brillantes” en la resonancia magnética de los ratones. Este nuevo método será una solución más asequible en comparación con los estudios de diagnostico actuales.
El estudio de la UCL no es el único que ha identificado una conexión entre el consumo de azúcar procesada y las enfermedades como el cáncer. Otra investigación, incluye la que se está llevando a cabo actualmente por el Dr. Robert H. Lustig, MD, profesor de pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), confirma que la mayor parte de las enfermedades crónicas frecuentes en la actualidad son causadas por el consumo de azúcar.
Como protegerse:
No es necesario esperar a desarrollar cáncer para empezar a comer menos azúcar. Evolutivamente nuestro organismo no está preparado para recibir las grandes cantidades de azúcar (también grasa y sal) que está disponible en todas partes y sobre todo en el azucar procesada.
Una dieta basada en vegetales reduce tu carga glucémica diaria. Es recomendable una dieta repleta de verduras, granos enteros, nueces, frijoles, legumbres y frutas que no elevará el azúcar en sangre tanto como una dieta llena de cosas como azúcar procesada, arroz blanco, pan blanco y harinas en general.
La comida chatarra: Recuerda que las harinas refinadas en todas sus presentaciones se transforman en nuestro cuerpo en azúcar. El azúcar envenena nuestro cuerpo lentamente e incluyen dulces, refrescos, pan blanco, arroz blanco, helado, o incluso papas blancas. Cámbialo por cereales integrales como el arroz integral, quínoa y avena cortada. También se aconseja consumir verduras con almidón como las papas dulces, papas Yukon Gold y calabaza.
Ejercicio: Éste ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre por las células sensibilizantes a la insulina y ayuda a tomar más glucosa como combustible en lugar de dejarla flotar en la sangre, donde puede hacer daño. El ejercicio también ayuda a disminuir el IGF-1 mediante el aumento de una proteína de unión que actúa como un imán para el IGF-1 y la hace menos disponible para las células cancerosas en crecimiento.
Ahora un nuevo estudio indica que el azucar procesada también contribuye en parte al impulso del crecimiento y la propagación de los tumores de cáncer, tanto es así que el futuro de la detección del cáncer podría depender de la exploración del cuerpo por acumulación de azúcar.
El estudio se llevó a cabo por científicos de la University College London (UCL) después de experimentar con un nuevo método de detección de cáncer que implica la utilización de una forma única de imágenes de resonancia magnética (MRI). Después de la sensibilización de un escáner de resonancia magnética para buscar específicamente la glucosa en el cuerpo, se reveló que los tumores de cáncer, que se alimentan de azúcar, se iluminarán brillantemente ya que contienen altas cantidades de azúcar.
Han desarrollado una esta nueva técnica, denominada “intercambio químico transferencia de saturación de glucosa” o glucoTEST, se basa en el hecho de que los tumores consumen mucho más glucosa que los tejidos normales, sanos con el fin de sostener su crecimiento, señala un reciente boletín de la UCL, señalando que los tumores aparecen como “imágenes brillantes” en la resonancia magnética de los ratones. Este nuevo método será una solución más asequible en comparación con los estudios de diagnostico actuales.
El estudio de la UCL no es el único que ha identificado una conexión entre el consumo de azúcar procesada y las enfermedades como el cáncer. Otra investigación, incluye la que se está llevando a cabo actualmente por el Dr. Robert H. Lustig, MD, profesor de pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), confirma que la mayor parte de las enfermedades crónicas frecuentes en la actualidad son causadas por el consumo de azúcar.
Como protegerse:
No es necesario esperar a desarrollar cáncer para empezar a comer menos azúcar. Evolutivamente nuestro organismo no está preparado para recibir las grandes cantidades de azúcar (también grasa y sal) que está disponible en todas partes y sobre todo en el azucar procesada.
Una dieta basada en vegetales reduce tu carga glucémica diaria. Es recomendable una dieta repleta de verduras, granos enteros, nueces, frijoles, legumbres y frutas que no elevará el azúcar en sangre tanto como una dieta llena de cosas como azúcar procesada, arroz blanco, pan blanco y harinas en general.
La comida chatarra: Recuerda que las harinas refinadas en todas sus presentaciones se transforman en nuestro cuerpo en azúcar. El azúcar envenena nuestro cuerpo lentamente e incluyen dulces, refrescos, pan blanco, arroz blanco, helado, o incluso papas blancas. Cámbialo por cereales integrales como el arroz integral, quínoa y avena cortada. También se aconseja consumir verduras con almidón como las papas dulces, papas Yukon Gold y calabaza.
Ejercicio: Éste ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre por las células sensibilizantes a la insulina y ayuda a tomar más glucosa como combustible en lugar de dejarla flotar en la sangre, donde puede hacer daño. El ejercicio también ayuda a disminuir el IGF-1 mediante el aumento de una proteína de unión que actúa como un imán para el IGF-1 y la hace menos disponible para las células cancerosas en crecimiento.