Un enorme asteroide amenaza la existencia del planeta Tierra.
Se trata del asteroide denominado 1950 DA, que está en curso de colisión con la Tierra y causará un daño catastrófico, según los científicos. ¿Cuándo impactará? El 16 de marzo del año 2880.
El descubrimiento, realizado por la Universidad de Tennessee (UT), fue publicado en la revista Nature.
La roca gira sobre sí misma rápidamente por lo que creen que debería romperse en trozos antes de alcanzar la Tierra, lo que, sin embargo, sigue sin suceder mientras se acerca hacia nuestro planeta.
El asteroide viaja a una velocidad de 15 kilómetros por segundo y su trayectoria es el Océano Atlántico como punto de impacto que, de llegar a producirse, sería comparable con la explosión de 44,800 megatones de dinamita.
"Entender lo que hace que este asteroide se mantenga entero podría ayudarnos a crear una estrategia de cara a evitar posibles impactos futuros", ha explicado el profesor Ben Rozitis.
La investigación, firmada por Rozitis, Eric MacLennan y Joshua Emery, revela que algunas técnicas, como forzar una colisión con otro objeto gigante, no haría sino empeorar la situación.
Sin embargo, están confiados en que habrá tiempo suficiente para parar la amenaza.
Fue visto por primera vez en 1950 pero desapareció durante más de medio siglo, hasta el 31 de diciembre de 2000 y, aunque resulta imprescindible desviar su trayectoria o destruirlo, los investigadores estiman que, con los cientos de años que nos separan del letal evento, seguramente encontrarán la solución a tiempo.
Se trata del asteroide denominado 1950 DA, que está en curso de colisión con la Tierra y causará un daño catastrófico, según los científicos. ¿Cuándo impactará? El 16 de marzo del año 2880.
El descubrimiento, realizado por la Universidad de Tennessee (UT), fue publicado en la revista Nature.
La roca gira sobre sí misma rápidamente por lo que creen que debería romperse en trozos antes de alcanzar la Tierra, lo que, sin embargo, sigue sin suceder mientras se acerca hacia nuestro planeta.
El asteroide viaja a una velocidad de 15 kilómetros por segundo y su trayectoria es el Océano Atlántico como punto de impacto que, de llegar a producirse, sería comparable con la explosión de 44,800 megatones de dinamita.
"Entender lo que hace que este asteroide se mantenga entero podría ayudarnos a crear una estrategia de cara a evitar posibles impactos futuros", ha explicado el profesor Ben Rozitis.
La investigación, firmada por Rozitis, Eric MacLennan y Joshua Emery, revela que algunas técnicas, como forzar una colisión con otro objeto gigante, no haría sino empeorar la situación.
Sin embargo, están confiados en que habrá tiempo suficiente para parar la amenaza.
Fue visto por primera vez en 1950 pero desapareció durante más de medio siglo, hasta el 31 de diciembre de 2000 y, aunque resulta imprescindible desviar su trayectoria o destruirlo, los investigadores estiman que, con los cientos de años que nos separan del letal evento, seguramente encontrarán la solución a tiempo.