Un estudio francés presentado en el marco del European Society of Cardiology Congress (ESC) celebrado en Barcelona, confirmó que el consumo de café no se asocia a un mayor riesgo de muerte cardiovascular ni por otras causas como infecciones o cáncer, entre otras.
Estudiaron a 131 mil pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 95 años, a los que clasificaron según su ingesta habitual de café: no consumidores, consumidores moderados (menos de cuatro tazas al día) o grandes consumidores (más de cuatro tazas al día).
En el análisis se observó que los individuos que consumían más de cuatro tazas diarias de café tenían mayor edad que los no consumidores y que poseían más factores de riesgo cardiovascular, sobre todo fumaban más.
También se observó un aumento del riesgo de muerte por causa cardiovascular. Sin embargo, este riesgo desapareció cuando se ajustó la variable del tabaquismo. Esto significa que el aumento de la mortalidad no era debido al consumo de café sino al hecho de ser fumador, que a su vez está asociado a un estilo de vida menos saludable.
Estudiaron a 131 mil pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 95 años, a los que clasificaron según su ingesta habitual de café: no consumidores, consumidores moderados (menos de cuatro tazas al día) o grandes consumidores (más de cuatro tazas al día).
En el análisis se observó que los individuos que consumían más de cuatro tazas diarias de café tenían mayor edad que los no consumidores y que poseían más factores de riesgo cardiovascular, sobre todo fumaban más.
También se observó un aumento del riesgo de muerte por causa cardiovascular. Sin embargo, este riesgo desapareció cuando se ajustó la variable del tabaquismo. Esto significa que el aumento de la mortalidad no era debido al consumo de café sino al hecho de ser fumador, que a su vez está asociado a un estilo de vida menos saludable.
La doctora Almudena Castro, cardióloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid, explicó el estudio evidenció que el porcentaje de fumadores entre la población no consumidora de café fue bastante más bajo que en los consumidores moderados o en los grandes consumidores: 17 por ciento frente al 31 y 51 por ciento respectivamente».
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