Si piensas que ser modelo es sinónimo de glamour, costosos regalos y viajes a París, podrías estar equivocada.
La modelo Rachel Woods se empeñó a desmitificar las historias que giran en torno al mundo del modelaje y sacó a la luz la verdad sobre esta competitiva industria. En su nuevo libro, ‘The Model’s Guide‘, plasma cómo es el día a día de una modelo: desde los molestos castings hasta las incómodas sesiones de fotos.
Con el fin de contestar las preguntas más frecuentas que surgen cuando se piensa en personas como Gisele, Kate o Cara, nos basamos en su libro para mostrarte las 10 cosas que quizás no sabías del mundo del modelaje.
1. Desarrollas un carácter fuerte.
En un mundo lleno de estereotipos, cánones de belleza establecidos y constantes críticas, las modelos deben de ser mucho más firmes con sus convicciones, creeencias, valores y tener un alto autoestima. Rachel cuenta una vez que tuvo que soportar las críticas de un fotógrafo que se burlaba de sus orejas.
2. Las modelos SÍ comen.
Rachel afirma que no todas las modelos viven a base de un apio y dos uvas al día. La mayoría llevan una dieta completa y balanceada, y como cualquier ‘mortal’, sucumben a la tentación de las hamburguesas y las pizzas.
3. Al principio, no es un trabajo bien pagado.
Como cualquier otro oficio, hay que crecer profesionalmente y ser reconocida por los grandes para tener un buen salario. Rachel cuenta que hay veces en las que solía hacer sesiones de fotos sin recibir un centavo.
4. Los shootings no son tan glamourosos como parecen.
Hay muchas cosas detrás de una gran foto. Desde largas horas de trabajo hasta sets y atuendos ultra incómodos.
5. Hay que cuidarse la espalda.
Sobre todo en el backstage de los desfiles. Entre tanta cámara e innumerables selfies, se podría infiltrar una foto comprometedora tuya. Rachel menciona que se debe de ser rápida a la hora de cambiarse de atuendo porque podrían retratarte completamente desnuda.
6. Las modelos tienen que devolver la ropa.
Una verdadero martirio, según Rachel, pues tienen la posibilidad de usar la ropa y los diseños más exclusivos del mundo pero con la condición de regresarlos acabando el desfile o la sesión de fotos.
7. Las modelos dedican la mayor parte de su tiempo en bookings.
Tienen que hacer castings, presentarse con las marcas y posibles clientes y promocionar su portafolio. “Algo verdaderamente cansado”, dice Rachel.
8. Esperar, esperar, esperar.
Esperar a que comience el desfile, esperar a que te maquillen, esperar a que el fotográfo esté listo, esperar a que los clientes te llamen… En fin, un oficio que requiere de mucha paciencia.
9. Expectativa vs. realidad.
No todas las modelos llegan a ser personalidades como Kate Moss o Gisele Bündchen. Aunque se vale soñar, Rachel recomienda tener los pies siempre en la tierra.
10. No hay edad para ser modelo.
Nunca se puede ser ‘demasiado joven’ o ‘demasiado mayor’ para ser modelo. Una norma que se ha visto rota con modelos como Carmen Dell’Orefice, que a sus 83 años, sigue activa en la industria.
Fuente: Marie Claire
La modelo Rachel Woods se empeñó a desmitificar las historias que giran en torno al mundo del modelaje y sacó a la luz la verdad sobre esta competitiva industria. En su nuevo libro, ‘The Model’s Guide‘, plasma cómo es el día a día de una modelo: desde los molestos castings hasta las incómodas sesiones de fotos.
Con el fin de contestar las preguntas más frecuentas que surgen cuando se piensa en personas como Gisele, Kate o Cara, nos basamos en su libro para mostrarte las 10 cosas que quizás no sabías del mundo del modelaje.
1. Desarrollas un carácter fuerte.
En un mundo lleno de estereotipos, cánones de belleza establecidos y constantes críticas, las modelos deben de ser mucho más firmes con sus convicciones, creeencias, valores y tener un alto autoestima. Rachel cuenta una vez que tuvo que soportar las críticas de un fotógrafo que se burlaba de sus orejas.
2. Las modelos SÍ comen.
Rachel afirma que no todas las modelos viven a base de un apio y dos uvas al día. La mayoría llevan una dieta completa y balanceada, y como cualquier ‘mortal’, sucumben a la tentación de las hamburguesas y las pizzas.
3. Al principio, no es un trabajo bien pagado.
Como cualquier otro oficio, hay que crecer profesionalmente y ser reconocida por los grandes para tener un buen salario. Rachel cuenta que hay veces en las que solía hacer sesiones de fotos sin recibir un centavo.
4. Los shootings no son tan glamourosos como parecen.
Hay muchas cosas detrás de una gran foto. Desde largas horas de trabajo hasta sets y atuendos ultra incómodos.
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Sobre todo en el backstage de los desfiles. Entre tanta cámara e innumerables selfies, se podría infiltrar una foto comprometedora tuya. Rachel menciona que se debe de ser rápida a la hora de cambiarse de atuendo porque podrían retratarte completamente desnuda.
6. Las modelos tienen que devolver la ropa.
Una verdadero martirio, según Rachel, pues tienen la posibilidad de usar la ropa y los diseños más exclusivos del mundo pero con la condición de regresarlos acabando el desfile o la sesión de fotos.
7. Las modelos dedican la mayor parte de su tiempo en bookings.
Tienen que hacer castings, presentarse con las marcas y posibles clientes y promocionar su portafolio. “Algo verdaderamente cansado”, dice Rachel.
8. Esperar, esperar, esperar.
Esperar a que comience el desfile, esperar a que te maquillen, esperar a que el fotográfo esté listo, esperar a que los clientes te llamen… En fin, un oficio que requiere de mucha paciencia.
9. Expectativa vs. realidad.
No todas las modelos llegan a ser personalidades como Kate Moss o Gisele Bündchen. Aunque se vale soñar, Rachel recomienda tener los pies siempre en la tierra.
10. No hay edad para ser modelo.
Nunca se puede ser ‘demasiado joven’ o ‘demasiado mayor’ para ser modelo. Una norma que se ha visto rota con modelos como Carmen Dell’Orefice, que a sus 83 años, sigue activa en la industria.
Fuente: Marie Claire
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