Te damos 5 datos sobre tu aparto digestivo que te van a sorprender, basado en el libro publicado en Alemania: “La digestión es la cuestión”, escrito por la microbióloga alemana Giula Enders que revela cómo funciona este órgano.
1. Los jugos digestivos funcionan jabón para el intestino
Hay que tomar en cuenta que el intestino delgado tiene una longitud de tres a seis metros y es la parte de nuestro tracto digestivo que más trabaja. Esta sección está llena de diminutos pliegues, sin ellos, tendría que medir 18 metros para hacer su trabajo.
Nuestros jugos digestivos contienen los mismos agentes que los detergentes en polvo: enzimas digestivas y disolventes de grasa.
Así como los detergentes para lavar trastes son eficaces para eliminar grasa, en nuestro intestino delgado los jugos digestivos descomponen los hidratos de carbono, proteínas y grasas.
2. Las proteinas son más difíciles de digerir que los carbohidratos
Una vez que la comida masticada llega al estómago, las paredes musculares empiezan a moverla para descomponerla.
Con un empujón, la comida es lanzada contra la pared del estómago, rebota y cae. El estómago agita la comida y la muele en partículas pequeñas, la mayoría de menos de 2 milímetros de diámetro, antes de que pasen al intestino delgado.
Los carbohidratos simples, como los de un pastel y el azúcar, tardan cerca de dos horas para descomponerse.
Mientras que las proteínas y las grasas permanecen en el estómago durante un tiempo considerablemente más largo. Por ejemplo, una porción de 250 gramos de carne permanece en el estómago durante seis horas.
Es por esto que las comidas ricas en carbohidratos nos animan más rápidamente, pero las comidas con mucha carne o grasa nos mantiene con la sensación de satisfacción por más tiempo.
3. El llamado “mal del puerco” tiene una razón de ser
Resulta que nos sentimos cansados y lentos después de comer porque ciertos mensajeros químicos liberados por el cuerpo cuando estamos satisfechos también estimulan las áreas del cerebro responsables del cansancio.
Este cansancio es tal vez un inconveniente para nuestro cerebro cuando estamos en el trabajo, pero es beneficioso para el intestino delgado, porque funciona más eficazmente cuando estamos relajados.
La somnolencia significa que la cantidad óptima de energía está disponible para la digestión en lugar de tener que ser utilizada en otros lugares.
4. La verdad sobre “las tripas que rugen”
Los ruidos del estómago suceden cuando tenemos apetito, pero también cuando está en pleno proceso de limpieza.
Alrededor de una hora después de que el intestino delgado ha terminado de digerir, una contracción muscular grande, ruidosa y ondulada barre las sobras desde el estómago hacia el intestino para dejar el estómago vacío y limpio. De ahí los ruidos internos que escuchamos en ocasiones.
Ojo: Comer entre comidas detiene este proceso, en este caso el estómago no tiene tiempo para terminar el proceso de limpieza. Esta es una razón por la que recomiendan dejar un espacio de cinco horas entre las comidas, aunque no hay evidencias científicas que demuestran que el intervalo debe ser precisamente este período de tiempo.
5. El aparato digestivo tarda en promedio 16 horas en procesar los alimentos
Sin embargo, no todo el mundo va con la misma frecuencia al baño. El tiempo de procesamiento de los restos de comida, que son desechos, son diferentes en los organismos.
El tiempo promedio para que la comida vaya del tenedor al baño es de un día, quienes procesan más rápido lo logran en ocho horas mientras que los más lentos pueden tardar hasta tres días y medio.
Así hay personas que requieren de una sola vez al día para eliminar desechos y otras personas que llenan su intestino grueso con suficiente volumen pueden ir al baño dos o tres veces al día.
Fuente: BBC Mundo
1. Los jugos digestivos funcionan jabón para el intestino
Hay que tomar en cuenta que el intestino delgado tiene una longitud de tres a seis metros y es la parte de nuestro tracto digestivo que más trabaja. Esta sección está llena de diminutos pliegues, sin ellos, tendría que medir 18 metros para hacer su trabajo.
Nuestros jugos digestivos contienen los mismos agentes que los detergentes en polvo: enzimas digestivas y disolventes de grasa.
Así como los detergentes para lavar trastes son eficaces para eliminar grasa, en nuestro intestino delgado los jugos digestivos descomponen los hidratos de carbono, proteínas y grasas.
2. Las proteinas son más difíciles de digerir que los carbohidratos
Una vez que la comida masticada llega al estómago, las paredes musculares empiezan a moverla para descomponerla.
Con un empujón, la comida es lanzada contra la pared del estómago, rebota y cae. El estómago agita la comida y la muele en partículas pequeñas, la mayoría de menos de 2 milímetros de diámetro, antes de que pasen al intestino delgado.
Los carbohidratos simples, como los de un pastel y el azúcar, tardan cerca de dos horas para descomponerse.
Mientras que las proteínas y las grasas permanecen en el estómago durante un tiempo considerablemente más largo. Por ejemplo, una porción de 250 gramos de carne permanece en el estómago durante seis horas.
Es por esto que las comidas ricas en carbohidratos nos animan más rápidamente, pero las comidas con mucha carne o grasa nos mantiene con la sensación de satisfacción por más tiempo.
3. El llamado “mal del puerco” tiene una razón de ser
Resulta que nos sentimos cansados y lentos después de comer porque ciertos mensajeros químicos liberados por el cuerpo cuando estamos satisfechos también estimulan las áreas del cerebro responsables del cansancio.
Este cansancio es tal vez un inconveniente para nuestro cerebro cuando estamos en el trabajo, pero es beneficioso para el intestino delgado, porque funciona más eficazmente cuando estamos relajados.
La somnolencia significa que la cantidad óptima de energía está disponible para la digestión en lugar de tener que ser utilizada en otros lugares.
4. La verdad sobre “las tripas que rugen”
Los ruidos del estómago suceden cuando tenemos apetito, pero también cuando está en pleno proceso de limpieza.
Alrededor de una hora después de que el intestino delgado ha terminado de digerir, una contracción muscular grande, ruidosa y ondulada barre las sobras desde el estómago hacia el intestino para dejar el estómago vacío y limpio. De ahí los ruidos internos que escuchamos en ocasiones.
Ojo: Comer entre comidas detiene este proceso, en este caso el estómago no tiene tiempo para terminar el proceso de limpieza. Esta es una razón por la que recomiendan dejar un espacio de cinco horas entre las comidas, aunque no hay evidencias científicas que demuestran que el intervalo debe ser precisamente este período de tiempo.
5. El aparato digestivo tarda en promedio 16 horas en procesar los alimentos
Sin embargo, no todo el mundo va con la misma frecuencia al baño. El tiempo de procesamiento de los restos de comida, que son desechos, son diferentes en los organismos.
El tiempo promedio para que la comida vaya del tenedor al baño es de un día, quienes procesan más rápido lo logran en ocho horas mientras que los más lentos pueden tardar hasta tres días y medio.
Así hay personas que requieren de una sola vez al día para eliminar desechos y otras personas que llenan su intestino grueso con suficiente volumen pueden ir al baño dos o tres veces al día.
Fuente: BBC Mundo
Yo pensé que hacia ese ruido porque uno sentía hambre :(
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